Revista Cultura y Ocio

Pedro Páramo

Publicado el 28 junio 2021 por Rubencastillo
Pedro Páramo

Recuerdo que, cuando leí por primera vez (ahora lo he hecho por tercera) la obra Pedro Páramo, de Juan Rulfo, pensé en el gran parecido que guardaba con Crónica de una muerte anunciada. Y eso significaba que Gabriel García Márquez se había nutrido del mexicano a la hora de concebir el espíritu de su narración. Lo digo, obviamente, con un respecto y una admiración infinita por ambos; y lo digo, sobre todo, por la forma en que ambos concibieron sus historias, que se ofrecen “desarticuladas” en el sentido lineal de la lectura, pero que quedan impolutas cuando todas las piezas narrativas se ordenan cronológicamente.

Rulfo nos conduce en un viaje por el tiempo, zarandeándonos hacia adelante y hacia atrás; nos presenta a todo tipo de personajes callados, secos, deshidratados por la inclemencia del sol, golpeados por el viento inmisericorde, enlutados, crípticos; nos lleva por caminos polvorientos, en los que apenas se advierte el movimiento de algunos burros; nos deja entrar en casuchas pobres, en las que habita la oscuridad; nos habla de lluvias que duran días, y que se convierten en letanías obsesivas; nos muestra la figura nebulosa de Pancho Villa, del que se habla con un sigilo casi sacro; nos insinúa movimientos de fantasmas, que no aciertan a encontrar la paz; nos hace asistir a agonías laboriosas (como la de Susana San Juan, la amada de don Pedro); permite que un caballo ponga fin a la vida ignominiosa de Miguel (que asesinó al hermano del padre Rentería y que violó a su sobrina); nos informa sobre las iniquidades tentaculares (sexo, poder, robo, sobornos) de Pedro Páramo; y, en fin, nos coloca bajo la piel y bajo las pupilas de Juan Preciado, para que avancemos por el mundo terroso y sofocante de Comala.

Esa prodigiosa relojería lleva 66 años sorprendiendo al mundo con su carrusel de belleza literaria. Y a mí, las tres veces que la he visitado, me ha deparado horas de fascinación, de aplauso, de auténtica embriaguez.


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