La columna del análisis televisivo vuelve a sus fueros o fuegos. En esta ocasión venimos cargados de comida, mucha comida, gracias a nuestros amigos de NEOX y La Sexta. A estas alturas, y tras leer el título de la entrada, todos sabréis de qué vamos a hablar. Así que nos remangamos las mangas de la camisa y comenzamos.
Hasta ahora, en nuestra televisión, habíamos tenido que sufrir programas de cocina de lo más variopinto. Desde el chistoso Arguiñano al más celestial recetario de unas piadosas monjas. Todos tenían su estilo propio o ninguno como el caso del cocinero de Rota. En la búsqueda por romper con este tipo de formato, la televisión se reinventa con un programa que hará las delicias de todo el mundo y no sólo culinarias.
En este programa NO hay recetas. En este programa NO te enseñan a cocinar. En este programa NO muestran platos suculentos. En este programa NO hay lujosas cocinas. Entonces ¿Qué hay en este programa?
En su versión americana, previamente tuvo una edición británica, el consagrado chef Gordon Ramsay se pasea por los peores restaurantes del territorio norteamericano para intentar hacer algo de provecho con ellos. Es lo que se podría llamar un 'couching' empresarial (para los que veáis La Voz, Gordon sería un 'couches'). En la mayoría de ocasiones consigue sacar a flote la empresa tras unos servicios de cena desastrosos, a veces el restaurante se declara en quiebra pasados los meses. Lo verdaderamente asombroso de este programa es la mano dura con la que el chef Gordon trata a los empresarios hosteleros.
En España, queriendo repetir la fórmula, la Sexta ha contratado al chef Alberto Chicote para una edición nacional.. Un cocinero profesional, digno de los mejores fogones, que se tendrá que enfrentar a un sinfín de porquerías perpetradas por los dueños de los peores antros jamás conocidos. Siempre con la intención clara de hacerles mejorar o no.
El entretenimiento está servido. Pónganse la servilleta en el cuello y disfruten con esta divertida apuesta por una cocina diferente...si se atreven.