Título original: Dawn of the Planet of the ApesAño: 2014País: Estados UnidosDirector:Matt ReevesReparto:Andy Serkis, Jason Clarke, Gary Oldman, Keri Russell, Toby Kebbell, Kodi Smit-McPhee, Enrique Murciano, Kirk Acevedo, Judy GreerGénero: Ciencia ficción. Aventuras | Futuro postapocalíptico. Simios. Secuela
Un grupo de simios muy evolucionados, capitaneados por César, se convierte en la raza dominante del planeta Tierra. La única amenaza para su desarrollo la representa un grupo de seres humanos que han sobrevivido a un virus devastador. Tras una tregua de paz, está a punto de estallar una guerra que determinará cuál será la raza dominante. Secuela de la película "El origen del planeta de los simios". Andy Serkis vuelve a interpretar el papel de César.
El domingo fui a ver El Amanecer del Planeta de los Simios, y solo puedo decir...uauh!
Recuerdo como me sorprendí al ver El Origen del Planeta de los Simios en 2011. Fui a la película esperando que fuese la cosa más tonta de la historia: no solo tenías el comodín de James Franco como protagonista, sino que además tenías otro intento de reboot de una de las mayores franquicias de la industria-- una que giraba en torno a simios que corrían por el mundo. Pero no fue estúpida. Fue conmovedora en partes, terrorífica en otras, y una maravilla tecnológica.
La interpretación de captura de movimiento de Andy Serkis como el mono intelectualmente superior César era el corazón de El Origen del Planeta de los Simios, así que es algo bueno que César ahora sea el centro de la secuela. En El Amanecer del Planeta de los Simios, descubrimos que ha pasado más de una década desde que César y sus compañeros escaparon a los Bosques. La gripe de los simios parece haber arrasado con la humanidad, y los monos pasaron a construir una civilización en ciernes por sí mismos. Se comunican mayormente por lenguaje de signos, aunque algunos tienen la habilidad de escribir y hablar. Un principio fundamente que guía su relativa existencia pacífica: "Simio no mata a simio" Sin embargo, no es de otros monos por los que los mayores se preocupan. No pueden evitar preguntarse si algún humano sigue ahí fuera.
Obtienen su respuesta en la forma de un pequeño grupo de gente- liderados por el ecuánime Malcom (Jason Clarke)- quienes se encuentran a unos pocos monos jóvenes en el bosque un día. Un miembro del grupo muy nervioso dispara y hiere a uno de los monos. Está a punto de desatar una guerra hasta que César aparece, calma a todos, y ordena a los humanos irse.
La cosa es, Malcom forma parte de un asentamiento más grande de humanos que son genéticamente inmunes al virus de los simios. Están escondidos en el centro de San Francisco y se están quedando sin suministros. Necesitan restaurar la electricidad para su ciudad, y la única manera que puede hacer eso es reactivar una presa que está dentro del territorio de los simios. Su líder, Dreyfus (Gary Oldman) está listo para usar todo su armamento hacia los simios y tomar la presa por la fuerza. Pero Malcom aboga por una alternativa libre de violencia: quiere tres días para razonar con César e intentar encender de nuevo los generadores de la presa. Dreyfus acepta a regañadientes, pero prepara a todo el mundo para la batalla por si acaso.
Una historia paralela se desarrolla con los simios: César preferiría evitar una lucha con los humanos y accede dejar al equipo de Malcom arreglar el generador. Mientras que Koba, quien lleva cicatrices horribles de los experimentos que sufrió a manos de los humanos antes de la revuelta, no confía en Malcom o su especie ni un poco. Especialmente tras que espíe la fortaleza de los humanos y sea testigo de las preparaciones de guerra de Dreyfus.
La pregunta pronto se convierte en si cualquiera de los lados realmente quiere mantener la paz. ¿Están los grupos tan asustados de cada uno que prefieren olvidarse a si mismos solo para asegurarse que el otro lado se vaya también? ¿Y están hablando sobre humanos versus simios en un futuro fantástico aquí... o en algo mucho más familiar?
El Amanecer del Planeta de los Simios tiene un mensaje, pero deja ese mensaje abierto a la interpretación en lugar de obligar a soltarlo. No hay un obvio "cierto" o "mal" aquí. Al principio es fácil condenar a Dreyfus por querer matar hasta el último simio. Hasta que le vemos en un momento privado para él. ¿Cómo podríais sentiros? ¿Qué haríais?
La escasez de claridad entre buenos y malos es lo que hace a El Amanecer del Planeta de los Simios algo digno de ver- junto con la cada vez más impresionante actuación de captura de movimiento y la fuerte dirección de Matt Reeves, destacado por diversos tiros magníficos y frescos, de los simios moviéndose en masa. Aunque he encontrado la partitura de Michael Giacchino un poco agobiante a veces y que el ritmo quedó más cerca del final, tengo que admitir que estoy deseando ver la continuación.
Creo que las mejores películas nos imploran sujetar un espejo y preguntarnos si podríamos hacerlo mejor. Como individuos, como culturas separadas, como especies. Si leéis las cabeceras de las noticias de cualquier día, ya sabéis la respuesta. El Amanecer del Planeta de los Simios podría darnos una pista en donde las cosas empiezan a desmoronarse en nuestro proceso de tomar decisiones, y esas decisiones nos guiarán, a que valores les damos prioridad, con que diferencias nos sentimos cómodos con la aceptación, y que precio estamos dispuestos a pagar por la "seguridad"... o venganza.
El Amanecer del Planeta de los Simios supera a su predecesora con creces, dejando una puerta abierta muy prometedora con la continuación. Una película que nos hará reflexionar y pensar, y que tampoco es tan surreal lo que estamos viendo.