Película vs Libro: El lector

Hacía ya bastante tiempo que no dedicaba una reseña a comparar un libro con su versión cinematográfica. Así que hoy me dispongo a retomar esta "sección" con El lector, una de esas recomendaciones que te hacen con frecuencia y que te alegras de haber tomado en cuenta. 
El lector es un libro escrito por Bernhard Schlink, un escritor alemán. Y como consecuencia de su nacionalidad, Schlink nos transporta a un mundo en el que el nazismo ha dejado huella. Bien, alto, que nadie se asuste. Esta NO es otra de esas repetidas historias sobre la Guerra Mundial y el Holocausto. De hecho, el libro nos habla de una realidad que, en mi opinión, se ha dejado un poco de lado en la literatura y en el cine. Porque sabemos mucho de lo que ocurrió durante este período, pero ¿qué pasó después? ¿Qué fue de las generaciones posteriores de alemanes que tuvieron que cargar con la vergüenza y la culpa de su propio pueblo?

En esta historia, Michael Berg, el protagonista, nos habla en primera persona sobre esas décadas posteriores a la guerra en las que salieron a la luz las atrocidades y los horrores cometidos contra los judíos, y en la que se encarcelaron a los culpables por sus crímenes. Todo ello a través de un juicio que Michael sigue muy de cerca, pero no solo porque sea estudiante de derecho, sino por otra razón: Hanna Schmitz, la primera mujer de la que se enamoró, aquella a la que tanto le gustaba que él le leyese en voz alta, está acusada por la muerte de varias mujeres en el campo de concentración del que era guardiana. 
Así, podría decirse que el libro trata dos temas fundamentales. El primero: el amor, el despertar sexual, el erotismo. Michael Berg tiene apenas 15 años cuando conoce a Hanna, y como todo chaval de esa edad, es inexperto e ignorante en materia amorosa. Hanna es una mujer bastante mayor que él, de carácter difícil, que representa la sexualidad y la idealización para el chico.
Todo parece marchar sobre ruedas mientras Michael recuerda los dulces momentos pasados junto a Hanna, hasta que un día ella desaparece sin dar explicaciones. Años más tarde, volverán a encontrarse en el juicio, y a partir de aquí aparecería el segundo tema, relacionado con los años de la guerra, el pasado, la verdad, la madurez y el crecimiento personal del protagonista. 

Si hay algo que destaco especialmente, es la prosa del autor. No es recargada ni extremadamente poética, pero sí reflexiva y nostálgica, muy cercana. Me gusta su forma de reflexionar sobre la propia vida, sobre el devenir de Michael, sus sentimientos y su incertidumbre ante la culpabilidad de Hanna... y la suya propia.Y además, el argumento en sí mismo consiguió engancharme, esa combinación de amor e Historia hicieron de esta novela una lectura muy grata. 
Finalmente, solo me queda hablar de la película que se estrenó en 2008, protagonizada por Kate Winslet, Ralph Fiennes y David Kross. A mí me pareció una adaptación bastante fiel y en general bien hecha. De todas formas, leer antes el libro condiciona bastante, por lo que quizá quien solo vea la película pueda encontrarla un poco insulsa o incluso un poco lenta. Yo por mi parte creo que en ella se plasma con bastante precisión esas dos partes diferenciadas del original: el primer amor, el erotismo y el sexo (con frecuentes imágenes de desnudos bastante explícitas, cosa que no suele ser muy frecuente en el cine convencional) y ese debate entre la moral y la ley (que no siempre son lo mismo) relacionado al juicio de guerra.Una doble recomendación.