
Cuando me enteré de este proyecto, no sabía qué pensar. ¿Mi Park chan-wook en Hollywood con un guión que no es suyo? ¡Que vuelva a Corea! ¿Y si no le dejan libertad? Me entusiasmaba porque era una nueva película suya, pero me asustaba al mismo tiempo. Sigo queriendo que vuelva a Corea, porque siempre preferiré que trabaje con ideas suyas en todo. Pero si vuelve a Hollywood, ya no estaré asustada, porque le han dejado libertad total, y porque Park chan-wook es capaz de contarnos cómo se fabrica una silla y que eso sea fascinante si le da la gana.
El guión, de Wentworth Miller, en manos de otro quizá podría haber sido una película mediocre de estas que se fabrican como de serie en Hollywood. Incluso, podría haber acabado siendo una película perfecta para programar un fin de semana después de comer en Antena3. Pero el guión lo cogió Park chan-wook, y se hizo la magia. Desde el minuto uno, vemos puro Park chan-wook: está en Hollywood, pero la película es suya completamente. Esto no es Hollywood, estamos en el mundo, en el increíble mundo, del coreano. Las historias son importantes, y en el cine también, pero una buena historia en las manos incorrectas puede resultar un desastre; y una historia, que puede no ser brillante, en las manos de un genio puede convertirse en una película tremenda. Y esto le pasa a Stoker.

Pero no son solo planos, encuadres, o colores. Es mucho más. Es cómo te hace alucinar, es la atmósfera agobiante, intensa, intrigante y perturbadora que crea. No te suelta. Es la creación de escenas que probablemente se me quedarán grabadas para siempre. Es todo lo que consigue crear y transmitirte gracias a los planos, los efectos de sonido, la música y el montaje (la escena en la que se muestra paralelamente a India en el sótano, el motel y la televisión con el documental es solo un ejemplo). Es, por ejemplo, conseguir que una araña subiendo por unas medias o que un dueto de piano sean más eróticas y sexuales que algunas escenas de sexo en otras películas. Me pasaría horas hablando de Stoker en este sentido, y tampoco encontraría las palabras, porque hay que verla.


Una historia sobre el pasado, sobre secretos, y sobre descubrir quién eres. Crecer, llegar a la adolescencia, y encontrar tu camino para convertirte en un adulto. Descubrir tus deseos e instintos: el sexual, y otros que puedas tener que, aunque intentes evitarlos, resulta que forman parte de tu naturaleza. La pregunta que hay que hacerse es: ¿qué se hace con esos instintos? ¿Se puede escapar de ellos, o no podemos elegir nuestro color al igual que no pueden las flores, como sugiere India en su monólogo inicial? ¿Los reprimimos...o los aceptamos y somos libres, con las consecuencias que ésto pueda tener? Alex DeLarge se hacía la misma pregunta.

Puede que a muchos no entusiasme Stoker, puede que yo peque de amor absoluto a Park chan-wook. Pero bueno, otros tendrán otras cosas que les condicionarán para pensar otra cosa sobre Stoker, así que mi opinión es igualmente válida. Tampoco quiero convencer a nadie. Ni lo intento. No os puedo asegurar que la disfrutéis tanto como yo, pero para mí, Stoker es puro cine y una película que seguro que veré mil veces, porque no todas las películas consiguen hacerme sentir lo que ésta, ni muestran el mundo que ésta enseña. Solo puedo asegurar que Park chan-wook es muy, muy grande.