Ya en aquella época podíamos ver los manifiestos realizados por compañeros y asociaciones de la sanidad pública, y en particular de la red de Salud Mental, de la Comunidad de Madrid en cuanto a la posible desmantelación de dicha red. Posteriormente vimos como la Comunidad Valenciana entró en una deriva similar. Y, actualmente, nos llegan noticias e informaciones de compañeros de los drásticos recortes a los que se enfrentan en Cataluña, los cuales ponen en riesgo la calidad y continuidad de los servicios sanitarios y sociosanitarios, y específicamente los de Salud Mental.En el resto de Comunidades Autónomas, incluída la canaria, hemos podido constatar y, en ocasiones, padecer una serie de recortes más o menos silenciosos a la espera del paso de las elecciones de Mayo.No esperamos sorprender a nadie si señalamos que creemos que lo peor está por llegar, y que tras las elecciones tendremos que estar más atentos si cabe ante la amenaza de reducción de los servicios que actualmente prestamos a nuestra población de referencia.
Mejor juntos...
Nadie puede (no deberíamos caer en ese error) obviar la actual situación económica que vivimos y, atendiendo a esta, es comprensible (a lo mejor es hasta deseable) la realización de reajustes que eliminen gasto innecesario y mejor aprovechamiento de los recursos (finitos) que disponemos, pero es necesario que dichos ajustes no recaigan en las personas afectadas por Trastornos Mentales Graves y/ó sus familias. Es recurrente el mirar al uso de genéricos en Salud Mental en la sanidad pública y el no introducir nuevos fármacos hasta que su relación coste-eficacia no esté completamente demostrada, lo que supondría un ahorro más que destacable.Además de reordenar y "repensar" nuestra red específica de Salud Mental cada vez más alejada de la patología mental grave y absorvida por la demanda de usuarios derivados de Atención Primaria con patología "menor". Mientras tanto, gran parte de la población para la que nuestra red fue creada queda fuera del sistema o, a lo sumo, entra vía Urgencias tras graves descompensaciones para ingresar en las Unidades de Agudos y volver a "desaparecer" a ojos de nuestra red y la de Primaria.
Iniciativas como las que nacen del Proyecto Saltando Muros, a coste cero para la Administración (si hablamos de costes directos, aunque cada vez los costes personales en esfuerzo y tiempo sean mayores) deberían ser tenidas en cuenta ya que luchan contra el estigma, promueven el acercamiento a la sociedad, informan y forman sobre la realidad de estas personas y su problemática y entendemos que a medio-largo plazo pueden ser de gran ayuda para los procesos de recuperación y búsqueda temprana de ayuda de las personas afectadas.
César M. Estévez (Enfermero especialista de Salud Mental)