Siempre digo que cuando las pencas de acelga son anchas, merece la pena guardarlas para rellenar o para hacer lasañas pues quedan muy buenas. Y esta vez las guardé para rellenarlas y freírlas aprovechando que mi marido no venía a comer, pues él no puede comer grasas ni fritos. Y me supo de maravilla. Puse dos para la ración pero luego me puse otras dos porque una de dos, o venía yo con mucha hambre o me sabían a poco. No es una receta de gran relevancia pero tal vez pueda darle a más de uno una buena idea para cambiar.
*para esta receta no pongo cantidades, únicamente la cantidad de pengas que se tengan se utilizarán y rellenarán como se indica
INGREDIENTES
-pencas de acelga
-queso curado en lonchas finas
-jamón de york o pavo en lonchas finas
-un huevo
-harina
-perejil picado
-aceite de oliva y sal
PREPARACIÓN
Al poner a cocer las acelgas en la olla pondremos encima del todo las pencas cortadas y limpias. Cuando estén cocidas, las sacamos con cuidado y las demás acelgas las ponemos en el escurre verduras.
Se puede tomar las acelgas rehogadas de primero y después las pencas rellenas, a elección de cada uno. Yo guardé las pencas y las hice al día siguiente.
En un plato batimos un huevo con perejil picado. Ponemos en la tabla de madera las pencas y las cortamos más o menos de la misma longitud. Ponemos una loncha doblada de jamón de york o pavo recortando el sobrante y encima queso curado fino, también cuidando de que no sobresalga.
Tapamos con otra tapa de penca y con cuidado la pasamos por harina, sacudimos con cuidado la harina sobrante y luego por huevo, todo con las manos para que no se nos rompan. En una sartén mediana con aceite, cuando este empiece a calentar ponemos las pencas a freír y cuando estén doradas les damos la vuelta con dos tenedores y con cuidado de que no se separen.
Las sacamos a un plato con un papel absorbente para que absorba la grasa.
Servimos con un tomate aderezado con sal y aceite de oliva