Esta Semana Santa he estado con mi familia en la bonita ciudad de Peñíscola, y por supuesto, como siempre que realizamos alguna pequeña escapada en familia, quería compartirlo con vosotros.
Aunque parezca mentira yo nunca había estado allí, pero ahora se ha convertido sin duda en uno de mis lugares favoritos, en uno de esos a los que vamos a tener que escaparnos mínimo una vez al año.
Tuvimos mucha suerte pues el tiempo acompañó, así que por las mañanas podíamos disfrutar de la playa (el agua estaba helada, aunque a Álvaro no le importaba mucho); y por la tarde salíamos a pasear por el castillo y sus alrededores.
Nos alojamos en el Apartamento Mestral, un edificio particular que puede reservarse a través de Booking (nosotros lo hicimos así), y me pareció un lugar perfecto para ir en familia. El apartamento no es nada del otro mundo; es un edificio nuevo pero está algo descuidado en cuanto a mantenimiento, pero estaba limpio y era amplio, además era muy económico (no pagamos más de 50 euros al día). La ubicación también era muy buena; a 5 minutos teníamos ambas playas, y en 10 minutos estábamos en lo alto del castillo. Y teníamos allí todo lo necesario para alojarnos con niños (incluso lavadora, que así me vine con la mitad de la ropa lavada).
Como os digo por la mañana disfrutábamos de la playa, Álvaro terminaba metiéndose entero, y los papis tomábamos el sol o jugábamos con él. Inés mientras dormía, y al despertarse gritaba para que la sacáramos del carro y poder “jugar” con la arena. Le encantó pisarla y tocarla.
Las tardes eran de paseo por la zona del castillo que me pareció preciosa: las vistas, las calles…era como perderse en un antiguo pueblo medieval . Había rincones mágicos y unas terrazas estupendas en las que poder parar a tomar algo tranquilamente (cosa que no hicimos porque con los dos peques era algo complicado).
Al castillo puede accederse con carrito, pero como son calles con cuestas empinadas y empedradas también podéis hacerlo con mochila portabebés (nosotros lo hicimos de ambos modos).
La zona para alojarse allí con los peques me pareció perfecta, y además de los Apartamentos Mestral en los que nosotros estuvimos, había muchos hoteles en esa zona que tenían una pinta estupenda como por ejemplo el Hotel Estrella de Mar, Hotel La Cabaña o el Hotel RH Don Carlos entre otros.
Nos quedamos con ganas de visitar el Jardín del Papagayo que no tenía mala pinta, y de acercarnos un día a Marina D´Or para ver sus desfiles de carrozas, que además son de acceso gratuito. Allí también existe la opción de visitar sus parques de atracciones o sus zonas de spa pero eso ya sí que hay que hacerlo pagando (os dejo aquí la información por si os interesa).
Nos encanta hacer escapadas en familia, aunque sean cortitas, renuevan energías y recargan pilas, aunque ahora ya no tenemos ninguna pendiente hasta las vacaciones de verano que haremos en julio pues este año con la excedencia nos toca recortar el presupuesto muy mucho