Posteriormente y casi unánimemente las acampadas han elegido quedarse en situación perenne en las plazas y lugares. Este ampliar el efecto de la campaña hace que la capacidad de tratar asuntos crezca pero también que sobrepasen el efecto inicial de "Democracia real ya" y se incorporen asuntos de otro jaez de mucho menos consenso y menos que ver con lo que se buscaban, por ejemplo la prohibición de los toros o la lucha por el feminismo u otros asuntos. Es cierto, y yo que he seguido en varias ocasiones desde la Puerta del Sol de Madrid, que el número de los despectivamente llamados "perroflautas" han crecido en proporción a los ciudadanos normal y corriente.Desde mi punto de vista el mantener el movimiento en las acampada hace que sea capitalizado por colectivos muy radicales que dirigen las conclusiones a resultados más de grupos antisistema de extrema izquierda que de mayor consenso. Es un riesgo para el futuro del movimiento que parezca que solo sea un grupo de neohippies, antisistemas y perroflautas.De esta manera mi pensamiento es quizás mantener un grupo menor en las plazas, testimonial y radical en el planteamiento, no en las conclusiones, para evitar el perjuicio a comerciantes, problemas de orden público, suciedad y atraer a personas transeúntes o antisociales que más restan que aportan al movimiento. Pero el movimiento ha de crecer, por ejemplo, como se ha hecho este último fin de semana trasladándolo a muchas más plazas del país, hacer las ideas más generales y recoger ideas de todos. También se ha de hacer un adecuado resumen y consenso de las ideas, sin caer en maximalismo neohippy o postrevolucionario, para trasladarlo a todos los agentes sociales: partidos, sindicatos, asociaciones de todo tipo para que se impliquen y se muestren. Es la manera de evitar que las conclusiones alimenten a movimientos antisistemas que se aprovechen de la demagogia y de la sensibilidad de los ciudadanos. porque ese, desde el principio, es un riesgo del movimiento que acabe, por esclerosis de los agentes sociales, alimentando a los grupos más radicales de cada extremo ideológico.Hasta ahora el movimiento no tiene jerarquía ni organización, más allá de la propia logística de las asambleas y acampadas por lo que pasar a asociación o movimiento requeriría este paso previo pero, al mismo tiempo, correría el riesgo, como se ha intentado dar en algunas ocasiones previas a las elecciones, de intentar ser rentabilizados por esos mismos políticos contra los que la ciudadanía se queja.Por lo tanto mi opinión del movimiento es fundamentalmente:
- Mantener de manera testimonial las asambleas en las acampadas.
- Ampliar la base social del movimiento haciendo llegar las asambleas populares a más lugares y más personas de toda edad, idea política, intereses, etc.
- Trasladar de manera consensuada y resumida las conclusiones a los diferentes agentes sociales. Esto vacunará contra la apropiación indebida de colectivos extremistas de los efectos de la queja ciudadana.
- Crecer en forma de organización libre, asamblearia y asociada para forzar a los agentes sociales que acepten esos postulados que una gran mayoría de los ciudadanos requieren. Estableciéndose como vigilantes y garantes que eviten el "jueguecito político" de promesas incumplidas.
- Evitar la violencia que puede desacreditar el movimiento, apostando por la disolución antes que la resistencia en las acampadas y evitar que colectivos más organizados pero claramente antisistema hagan del movimiento una extensión de sus postulados que no son ni tan generales ni tan aceptados como los que se plantean cada día.
Despierte el alma dormida, avive el seso e despierte. A fin de cuenta sino pensamos y vivimos para que queremos estar. Los pensamientos de hoy son recuerdos del mañana que tenemos hoy.