Pensando en verde contra el cambio climático

El hielo se derrite y los bosques arden, son dos de las peores noticias que nos deja el verano. La tierra está sufriendo las consecuencias del cambio climático, de los recortes en prevención de incendios, del uso abusivo de envases, el uso predominante de energías no renovables…

Y todo lo que afecta a la tierra y al medio ambiente nos afecta a nosotros, aunque a veces no nos demos cuenta.

Por ejemplo, en España este año hemos notado los efectos del cambio climático con una ola de calor insoportable y en la zona del Caribe la tormenta Isaac ha dejado 8 muertos y miles de evacuados. Estos fenómenos meteorológicos extremos que causan grandes daños a la población son cada vez más frecuentes debido al cambio climático.

También cosas más cotidianas como ciertos productos alimentarios que están en nuestras cocinas habitualmente (café, chocolate, salmón, miel, pasta, carne, vino, calabaza,…) también están en peligro debido a que los efectos del cambio climático hacen más difícil su cultivo, y los expertos predicen que muchos de estos productos básicos en nuestra alimentación pueden llegar a convertirse en artículos de lujo en los próximos años.

Con este panorama urge apoyar y fomentar los productos y las energía que sean más ecológicos y que permitan retrasar al máximo el cambio climático, por eso hoy queremos compartir con vosotros esta noticia acerca del papel de piedra, un tipo de papel que no necesita de la tala de árboles ni del uso de agua ni cloro para su fabricación, lo que le convierte en una buena alternativa al papel tradicional y también al reciclado.

La desventaja que pueden presentar los productos ecológicos en un principio es su alto precio en comparación con sus alternativas no ecológicas, pero si aumentamos la demanda aumentará la producción, se reducirán costes, aumentará la competitividad en el sector y se abaratarán los productos.

Además, si tenemos en cuenta que la mayoría de los productos ecológicos suponen un ahorro a largo plazo, debido a que consumen menos energía o son reutilizables, la diferencia del coste real frente a sus homólogos no ecológicos es despreciable.

Por todo estos gritamos: ¡¡¡PIENSA EN VERDE!!! ¡¡¡COMPRA EN VERDE!!!