Tadeusz Kantor. El País. 1986
"El más pequeño acto de creación espontánea constituye un mundo más complejo y mucho más revelador que cualquier sistema metafísico" Antonin ArtaudA principios del mes de febrero se inauguró en la Fundació Vall Palou de Lleida la exposición Dibujar los días del artista catalán Pep Duran Esteva (Vilanova i Geltrú. Barcelona, 1955), pero debido a la paralización de toda actividad cultural, la muestra también se ha visto afectada y no se reanudará hasta que las condiciones de seguridad lo permitan, pero al menos podemos comentarla para nuestros lectores.
La exposición está comisariada por la historiadora y crítica de arte Pilar Parcerisas, nueva directora del programa de exposiciones y actividades de la Fundació Vall Palou.
Actualmente en Lleida hay diversos espacios museísticos, fundaciones y centros dedicados al arte de enorme interés, como por ejemplo el Museo Diocesano, el Museo de Arte Jaume Morera, el Centro de Arte La Panera, CaixaForum, la Fundación Sorigué y la Fundación Vall Palou. Esta última inició su recorrido en el 2008 con la idea de acercar al público el arte contemporáneo a través de exposiciones y otras manifestaciones culturales. La presidenta es la artista Teresa Vall Palou y su hijo Joan Mari Vall es el director.
La exposición Dibujar los días inicia el nuevo periplo de la Fundación, cuya comisaria ve en el trabajo de Pep Duran una "constante metamorfosis y transformación permanente inacabada porque se actualiza en cada momento de acuerdo con su tiempo vital". Y ello es precisamente lo que se observa en las 60 obras que componen la exposición, entre macro-collages y objetos diversos, en que el dibujo y la escultura son los principales protagonistas. La mayoría de los objetos proceden del ámbito urbano, o sea de la calle y de casas particulares, que ha ido recogiendo desde principios de los 80 hasta la fecha. Precisamente hay una instalación donde se contemplan una serie de mesitas de noche antiguas que proceden de la familia Vall Palou.
Antes de entrar de lleno en el contenido de la exposición creemos necesario mostrar la trayectoria de Pep Duran. Su formación académica se inició en Vilanova i Geltrú donde estudió en la Escuela de Formación Artística. A partir de 1970 fue a vivir a Barcelona. Fue alumno del Instituto del Teatro, teniendo como profesores a Fabià Puigserver y Iago Pericot. En este Instituto -en el que actualmente es profesor- se han forjado la mayoría de actores catalanes. O sea, aparte de dedicarse a la pintura y la escultura, su labor como escenógrafo y director artístico cinematográfico es igualmente importante. En 1989 se le concedió el Premio de Cinematografía de la Generalitat de Catalunya como mejor técnico por el vestuario de la película Luces y sombras de Jaime Camino. En el 2002 recibió el Premio del público de Tarragona a la mejor escenografía por La filla del mar y en 2005 obtuvo los premios de la Crítica de Teatro por la obra Les variacions Goldberg, Valencia y Serra d'Or al mejor espectáculo por UUUUH¡, Barcelona. Trabajó en varios proyectos teatrales, entre ellos el Teatre Lliure de Barcelona y el grupo El Tricicle.
Su primera exposición individual tuvo lugar en Barcelona en 1978, concretamente en la galería Adrià. Un año después lo haría en l'Espai 10 de la Fundación Miró. Desde entonces su obra se ha podido contemplar en algunas de las mejores galerías de arte -Metrònom, Joan Prats, Carles Taché, Alejandro Sales- de Barcelona, así como en la Fundació Miró de Barcelona, la Whitechapel Art Gallery de Londres o el Kulturenea de San Sebastian, entre otros museos, fundaciones y centros de arte contemporáneo.
En 2016 creó el cartel del 25 aniversario de Temporada Alta, Festival de Artes Escénicas que se celebra anualmente en las ciudades de Girona y Salt. En 2011 presentó una instalación en la Capella del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (MACBA) titulada Una cadena de acontecimientos, que consistía en mostrar 100 moldes cerámicos trabajados conjuntamente con el ceramista Antoni Cumella. Una parte de esta instalación - Retablo laico- se encuentra en el atrio de la Universidad Autónoma de Barcelona y la otra parte - Moldes del recuerdo (pieza escrita)- está instalada en el Centro de Arte Contemporáneo La Sala de Vilanova i Geltrú. En esta obra el artista daba importancia al proceso creativo. También tiene esculturas en espacios públicos en Sant Boi, Barcelona, Las Palmas y en el Jardín de Esculturas de la Fundació Miró de Barcelona. De sus últimas exposiciones recordamos la que efectuó en la galería barcelonesa Rocío Santacruz, Amorfa.
A Pep Duran le interesa todo lo relacionado con el paso del tiempo, el espacio y el relato, a través de mostrar diversos objetos cotidianos que evocan épocas pretéritas, así como fragmentos olvidados o extraviados que guarden relación con su propia existencia. Reconstruir el pasado, representándolo mediante infinidad de elementos que tengan algún vínculo entre ellos y a la vez que puedan servir para narrar una historia, es lo que el artista ofrece en sus instalaciones efímeras y en sus collages.
Es obvio que su admiración, al menos a nivel teatral, se mueve en torno al del absurdo de Eugene Ionesco y Samuel Beckett o del dramaturgo polaco Tadeuz Kantor y su teatro reflexivo sobre la vida y la muerte, así como del francés Antonin Artaud, creador del de la crueldad, dos autores que invitan a la meditación y a la sensatez. En cambio, desde la óptica artística se encuentra más próximo al constructivismo de Tatlin, principalmente por la manera de representar las esculturas dentro de un orden en que predomina la geometría, aunque también el artista ruso fue un excelente escenógrafo. Por otro lado, el interés de Pep Duran por la acumulación de objetos trouvés, lo podemos relacionar con el arte povera, el nouveau realisme y también con el surrealismo.
Respecto a Dibujar los días, el mismo autor señala que estas "obras son como un dietario personal y objetual. Yo estoy, es obvio, en el personaje que aparece a menudo en las obras, como observador". Esta instalación se ha creado expresamente para esta exposición, donde se encuentra una parte de su vida y sus propias experiencias, en que aparecen todo tipo de objetos: papeles, telas, maderas, corchos, libros, fotografías, etc., que tanto se exhiben en forma de collage o bien cumplen la función de esculturas debido a su tridimensionalidad.
Hay una serie de piezas a modo de collage donde aparecen guantes o calcetines -que recuerdan de algún modo a Tàpies- o una bombilla como única protagonista -evocando a Brossa-. Las sillas, los muebles, las gradas o las librerías forman parte de un decorado teatral, como si fuera una escenografía que nos acerca a un espacio muy singular que tanto puede ser del mismo artista como de cualquiera de nosotros, aunque para él no deja de ser su dietario gráfico.
De hecho, la idea de recoger objetos de la calle, de los mercadillos o incluso del campo, suele ser tarea habitual en muchos artistas, ya que a veces, sin saber cuál será su posterior empleo, se almacenan en cualquier rincón del estudio, aunque en la mayoría de las ocasiones nunca se lleguen a emplear. De todos modos, el concepto del síndrome de Diógenes no suele atribuirse a los artistas, debido a que éstos acumulan objetos con otro fin, como es el caso de Pep Duran , ya que éste los deconstruye para luego reconstruirlos.