“Toda esta tecnología puesta al servicio de la comunicación, nos ha hecho perder la exclusividad del qué, del dónde y del cuándo. Esta era una exclusividad de los periodistas, nosotros preparábamos el boletín para salir a la hora en punto y decir la noticia de que había muerto Isidoro Álvarez. Para cuando salga un boletín en la radio o un informativo en televisión, cualquiera de ustedes ya saben que ha muerto Isidoro Álvarez, dónde ha muerto y a qué hora. Lo saben perfectamente, porque les ha llegado por mil canales, de manera que hemos perdido tres exclusividades muy importantes: qué, dónde y cuándo, pero conservamos dos exclusividades fundamentales que son el cómo y el por qué, eso sigue siendo patrimonio exclusivo de los periodistas”.
Así ha querido la periodista Pepa Bueno inspirar a los jóvenes periodistas y a quienes hacen periodismo, para incrementar la formación de unos y otros, y contribuir a la necesidad urgente que tiene la sociedad de interpretar, e interpretar bien, el gran cúmulo de información disponible. En la inauguración de los cursos de verano 2014 de la Universidad Internacional de Andalucía, en su sede de Sevilla, la conductora de Hoy por Hoy en la cadena Ser, recalcó el importante papel de todos en la elaboración de la información, pese a los grandes problemas de los medios de comunicación.
“…estamos ante la siguiente paradoja, ¿quiénes en una redacción responden al cómo y al por qué pasa un acontecimiento? ¿Los muy jóvenes? Los periodistas muy jóvenes que llegan sin prejuicios, y que son probablemente los que están más dotados para interpretar por dónde circula el aire de la sociedad, o los mayores que tienen sabiduría y libertad. Bueno, pues los estamos sacando a los dos de la redacción. A unos los hemos sacado por arriba, por los expedientes de regulación de empleo y a los otros no les estamos dejando entrar. De manera que las redacciones -groso modo, no todas- se están quedando con el segmento de edad más hipotecado en todos los términos, más hipotecados en términos afectivos, es cuando se forman las parejas y se tienen los hijos, más hipotecados en tiempo para dedicar al periodismo… Solo describo una realidad, los segmentos de edad que más podrían dar a los medios su valor añadido, que es explicar a los ciudadanos el cómo y el por qué pasan las cosas, los hemos expulsado de la redacción”.
“Las redacciones para funcionar tienen que estar nutridas de todas las generaciones –continuó Pepa Bueno-, del que llega sin prejuicios y se come el mundo, recién salido de la universidad, y que además es el que está en sintonía con la sociedad de su tiempo; el que tiene ese segmento de edad de estar en la redacción, tranquilito, interpretando toda la información que llega y el que tiene sabiduría y libertad más allá de que tenga 50, 55, 60 años para interpretar el mundo en que vivimos. Esta es una de nuestras crisis más graves que aquello que nos demanda la sociedad, que es el valor añadido en la sociedad de la información y el conocimiento, nos estamos quedando sin herramientas en las redacciones para atender esa demanda de la sociedad”.
En este sentido la periodista extremeña enfatizó que ya saldremos de esa doble crisis que aqueja a los medios de comunicación: la crisis económica que padecemos todos y la interna en las empresas de información. Entonces será cuando “les abriremos las puertas a los jóvenes para que puedan trabajar con dignidad en los medios y aportar su conocimiento, su conexión con la realidad y su falta de prejuicios”. Y por supuesto no expulsar más a quienes tienen más edad. A quienes confunden estar informados con tener sabiduría y conocimiento, Pepa Bueno aclaró qué no es lo mismo. “Tú puedes estar muy informado, saber lo último que ha ocurrido, y ser incapaz de interpretar el mundo en el que vives y ser incapaz de actuar, y eso es el conocimiento”.
“El periodismo en la era digital si quiere sobrevivir, tiene que añadir ese plus a la información, ayudar a interpretar el mundo, ayudar a poner luz en ese río, en ese caudal de información, lleno siempre de cosas que no siempre nos sirven y que a veces hacen lo contrario, nos ocultan la realidad. El exceso de datos, el exceso de estadística, impide que sepamos ya qué es lo relevante de verdad para nuestras vidas y por dónde viene el futuro. El periodismo seguirá ahí, la necesidad de información plural, rigurosa y veraz en las sociedades democráticas para ser democráticas, seguirá ahí”.
CONTAR A LA GENTE LO QUE LE PASA A LA GENTE
En su análisis sobre el papel del periodismo en la sociedad del conocimiento, Pepa Bueno citó al maestro de periodistas Eugenio Scalfari:
-Periodista es gente que le dice a la gente lo que le pasa a la gente… con responsabilidad.
“Contar primero algo, sigue siendo parte de este negocio: ser el primero en contarlo. Pero, contarlo bien es un objetivo superior, a pesar de todas las facilidades que tenemos en este momento para ser los primeros en contarlo. Cada medio desde su especificidad –aclara la periodista- la tele convertida en el púlpito moderno, el periódico –tanto el digital como el de papel- con virtud y en la intimidad, y la radio con la cercanía y la verdad, y la inmediatez que comparte con Internet, y la capacidad de interlocución con quien está del otro lado”.
A nadie se le escapa el hecho de que hoy gracias a Internet y las distintas herramientas digitales, “cualquiera puede contar cualquier cosa, cualquiera es periodista”, dijo Pepa Bueno. No obstante, remarcó “si es periodismo lo tiene que hacer un periodista. Un artículo de doble página en un periódico de papel, un artículo en un periódico digital, un minuto en la radio, un minuto en televisión o un titular que te llega por SMS a tu móvil o en Whatsapp, si es periodismo, lo tiene que hacer un periodista. El formato y la extensión no te eximen de aplicar a esa información el rigor periodístico”.
Sea cual sea el dato, ya sea un fenómeno viral en la web, unas simples cifras o cualquier otra cosa, “hay que someterlas al método periodístico. No se puede subir a la red cualquier cosa sin haberla contrastado”. Así mismo, Pepa Bueno insistió en que:
“El periodismo es necesario porque sigue siendo básicamente el contrapeso del poder, todo lo demás es verdad, pero somos el contrapeso al poder. Esta es una de las esencias de nuestro trabajo, la que nos pone en una situación tensa con quien manda porque de lo contrario uno de los dos no ha cumplido su trabajo, porque perseguimos objetivos diferentes y por tanto es una relación tensa… Hacer periodismo es una tarea mucho más compleja y mucho más cotidiana que los grandes titulares ocasionales”.