Revista Coaching

Pequeñas escalas

Por Claudia Souza @YaCoachia
"El mayor de todos los errores estriba en no hacer nada porque
sólo puedes hacer poco."
Sydney Smith

Hace unos cuantos años, vivía en un tercer piso sin ascensor. Alquilaba un precioso departamento con mucha luz y amplias ventanas. Pero los muebles eran añosos y me deprimían bastante, así que decidí cambiar el sofá.
Aquel canapé era muy aparatoso. Me armé de valor e intenté abrirle camino por la puerta, iba a dejarlo en la calle, junto al contenedor. Pesaba demasiado y no encontraba manera de que pudiera salir. Con mucho esfuerzo cambiaba las posiciones convencida de que encontraría la manera, armaba estrategias elucubrando con el espacio y volvía a la faena. Quizá pasó una hora y logré que asomara hasta el rellano. Estaba cansada pero confiada en que iba a conseguirlo si seguía en mi empeño.
Entonces me vi, observé las dimensiones de aquel sofá y contemplé las escaleras empinadas y angostas. Aunque alcanzara a sacarlo de casa ¿Cómo llegaría hasta la calle? ¿Arrastrándolo? ¿Empujándolo escaleras abajo?Analicé la tarea completa y se me antojó un mundo. Decidí dejar el asunto y conseguir ayuda cuando tuviera la ocasión, quizá entre dos personas acabaríamos con el problema.
Ahora debía recomenzar con la tarea inversa y embutirlo en el departamento.No sé si fue el cansancio o la frustración, pero me resultó imposible.Me senté en el descansillo desalentada. ¿Y ahora qué? Un dolor punzante en la cintura me sacó del abatimiento.
Y de repente, Eureka!Salté por encima del sofá y llegué a la cocina. Me hice con el cuchillo más grande y filoso que encontré.Con qué ganas hundía el acero en aquel desvencijado mueble! Con qué recobrada energía iba desgajando la tela, desmenuzando el relleno, partiendo la madera del armazón y separando por piezas lo que antes había sido más grande que yo. Con qué alegría fui emprendiendo los viajes a la calle y depositando en la acera las partes de un todo tan enorme. Me llevó un buen rato, y al subir a casa me tiré en el hueco que había dejado mi destartalado cachivache. El cuerpo contra el suelo, los brazos extendidos, el alivio de haber encontrado la manera. Y respiré orgullosa por dejar que entrara una alternativa.A menudo nos sentimos con cargas muy pesadas de llevar. Algo a resolver se transforma en un problema insuperable porque nos empecinamos en hacer las cosas sólo de una manera. No nos damos la oportunidad de relajarnos y confiar en que los recursos aparezcan. Caemos en pensar que las cosas son así y tenemos que aceptarlas como vienen, es un trabajo tedioso el intentar cambiarlas.Cuando una situación te bloquee, te deje exhausto, prueba a hacer las cosas poco a poco, en pequeñas escalas.

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