La carrera de un jugador juvenil suele cambiar cuando Arsene Wenger se fija en sus condiciones. Alex Oxlade-Chamberlain es la última apuesta del técnico francés, quien convirtió al Arsenal en uno de los mejores equipos del viejo continente a base de una premisa futbolística seductora y una vocación admirable para desarrollar promesas.
Surgido en las inferiores del Southampton, Oxlade-Chamberlain es un jugador versátil que destaca por su velocidad y capacidad de desborde. A pesar de su juventud, exhibe una aplicación táctica realmente llamativa para el desparpajo que despliega cada vez que tiene el balón en sus pies.
El juego y la progresión (Souhampton-Arsenal) del oriundo de Portsmouth provocaron innumerables comparaciones con Theo Walcott, otro de los prodigios desarrollados por Wenger. Hace un par de semanas ambos coincidieron en la alineación titular que enfrentó al Manchester United, y la gran actuación de ‘OX’ provocó el lamento de la parcialidad gunner cuando Wenger decidió reemplazarlo a pocos minutos del final.
A diferencia de Walcott, Chamberlain (1.80) puede desnivelar por velocidad y aprovecha su contextura para abrir espacios cuando los defensores intentan anticiparlo. La mayoría de los fanáticos del Arsenal consideran que Gervinho no debería recuperar su lugar en la banda cuando regrese de la Copa África, ya que el tándem Walcott-van Persie-Chamberlain proporciona una combinación de velocidad y técnica difícil de contrarrestar.
Si bien todavía es temprano para hacer pronósticos, las últimas actuaciones de Chamberlain lo ubican como una de las grandes esperanzas inglesas para el futuro. Además, vale recordar que Wenger confía en su talento. Satisfacción y buen fútbol, garantizados.