Pequeños cracks: Carlos Luque

La crisis del fútbol argentino por encontrar laterales y volantes que puedan recorrer el andarivel izquierdo resulta alarmante tanto para los clubes como para la Selección. Carlos Luque parece ser el único eslabón que asoma para suplir esa necesidad en el corto plazo. El volante de Colón fue uno de los puntos altos del flojísimo combinado albiceleste que se presentó en el Mundial Sub 20 de Colombia, y desde entonces pelea por un lugar en la Primera del Sabalero.

De buena técnica, despliegue y llegada, el zurdo de 18 años pudo mostrar durante el campeonato juvenil que se siente cómodo de carrilero, sumándose con criterio a la hora de atacar y siendo aplicado en el retroceso. La nulidad táctica y estratégica de Walter Perazzo supo perjudicar a Luque, que se vio obligado a cubrir 80 metros de terreno durante gran parte de los partidos que disputó Argentina.

Más allá de la floja tarea grupal, Luque pudo mostrar sus condiciones y parece decidido a pelear por ese hueco que ofrece la Selección de Sabella, espacio ocupado actualmente por Marcos Rojo y Federico Insúa. Pensando en el futuro y teniendo en cuenta que el ciclo del ex entrenador de Estudiantes recién comienza, las Eliminatorias pueden ser el marco propicio para permitir la progresión del volante de Colón, que además podría desenvolverse como lateral sin problemas.

Dentro de las variantes tácticas que pregona Sabella, el oriundo de Las Varillas (Córdoba) corre con ventajas respecto del estereotipo de jugador que utilizó hasta el momento ‘Pachorra’. Ni Zabaleta ni Rojo -Ansaldi sigue condenado al ostracismo- tienen la técnica y el manejo que posee Luque, y tampoco suman utilizados como sistema. En ese marco, el juvenil puede servir para refrescar la elaboración del juego del seleccionado, aprovechando su velocidad para sumar sorpresa en los últimos metros sin resentir la gestación cuando debe asociarse, situación que los laterales argentinos no supieron manejar en los primeros dos partidos de Eliminatorias.

Todavía falta mucho para Brasil 2014 y el fútbol argentino debe resolver el problema que tiene en la formación de jugadores. Para corregir eso los juveniles necesitan tiempo y confianza para consolidarse. Desde la Selección se debe fomentar ese proceso aprovechando sobremanera los puestos sin dueño. Por talento y proyección, como lateral-volante Carlos Luque debería ser la primera opción.