Si de cracks se trata, el Ajax holandés puede presumir por cantidad y calidad. Christian Eriksen es la última joya del histórico equipo holandés, un volante diestro que hace rato deslumbra en la Eredivise.
Con apenas 19 años, Eriksen se transformó en uno de los referentes de su equipo. Dueño de una técnica exquisita para controlar el balón con ambos perfiles, el danés ha sabido manejar desde pequeño las comparaciones con Michael Ladrup. Su talento llamó la atención de los ojeadores de varios gigantes europeos, que se sorprendieron por su capacidad de conducción y su simpleza para transformar avances regulares en ocasiones de peligro.
Al margen de su habilidad para el regate y su extraordinaria pegada, el oriundo de Middelfart sobresale por su calidad y panorama para dar el último pase. En un fútbol que busca espectacularidad pero que se nutre de armadores, Eriksen encaja en los planes de cualquier equipo. A partir de su talento se puede confeccionar un bloque, al tiempo que sus condiciones facilitan la inserción de su fútbol en cualquier sistema.
Chelsea, Manchester City y Milan son tres de los equipos que intentarán hacerse de los servicios del centrocampista en los próximos meses. El danés llena a la perfección el formulario de ‘jugador fetiche del fútbol moderno’: fino, con llegada al gol, desequilibrante en el mano a mano y capaz de adaptarse a diferentes demarcaciones sin olvidarse su responsabilidad con la elaboración de juego.
Luego de haber sido el jugador más joven de Sudáfrica 2010, Christian Eriksen se afianza como el líder del Ajax mientras espera dar el salto hacia una liga más competitiva. Pretendientes no le faltan, talento le sobra.