En una ciudad que respira fútbol, Stephan El Shaarawy (19) irrumpió en los últimos meses como la piedra fundacional para la renovación del Milan. El equipo dirigido por Massimiliano Allegri confía en el talento de este joven delantero ítalo-egipcio para mantenerse como animador de las competiciones más importantes del planeta.
Formado en las inferiores del Genoa, El Shaarawy logró debutar en la Serie A con apenas 16 años. A pesar de su prematura aparición, el delantero nacido en Savona (Italia) no tuvo muchas oportunidades en el equipo genovés. Su cesión al Padova de la Serie B en la temporada 2010-2011 pareció un freno a su progresión futbolística, pero culminó siendo clave para su explosión. En el conjunto biancorossi, El Shaarawy logró destacarse como uno de los mejores jugadores de la categoría, y su rendimiento no pasó desapercibido en Milan.
El campeón vigente de la Serie A no titubeó a la hora de fichar a quien apodan ‘Il Faraone’ -”El Faraón”- por sus raíces (madre italiana y padre egipcio). Allegri destacó siempre sus condiciones y lo considera como uno de los juveniles más prometedores de Italia. El repertorio de El Shaarawy incluye una extraordinaria capacidad para el uno contra uno, un cambio de ritmo explosivo y una gran confianza a la hora de la definición. Entre los detalles que pintan el juego de este proyecto de crack hay uno que llama la atención: pese a su condición de diestro, conduce el balón con los usos y costumbres de un jugador zurdo. Ya sea para controles, pases o regates, rara vez utiliza su pierna menos hábil, vicio que por momentos atenta contra su verticalidad.
Habitué de las selecciones juveniles italianas, siempre ha declarado su sueño de ser internacional con la camiseta azzurra. El buen momento que atraviesa el Milan representa un escenario inmejorable para su crecimiento. Acompañado -y apañado- por jugadores como Ibrahimovic, Pato y Robinho, El Shaarawy puede desarrollar su talento sin apuros. Mientras pelea por el Scudetto y la Champions League, Allegri aprovecha la experiencia de su plantel para insertar a quienes asoman como los próximos ídolos rossoneros. Entre ellos sobresale Stephan El Shaarawy: ‘El Faraón’ de San Siro.