Pequeños destellos de conciencia

Las situaciones cotidianas, si uno está suficientemente atento, son una buena oportunidad para tener pequeños destellos de conciencia. Los niños, con su inocencia, son especialmente de gran ayuda para vernos a nosotros mismos, reflexionar sobre el entorno y ayudarnos a cuestionar las cosas.

Sergi y Paula son dos hermanos gemelos de 8 años, curiosos, preguntones, alegres y cariñosos. Hace poco asistimos a un funeral donde el féretro estaba cubierto por una bandera independentista. Las preguntas fueron inmediatas: "Mamá, ¿has visto? ¿Qué hace ahí esa bandera? ¿Para qué sirve? ¿Por qué la ponen?".

Su madre intentaba restarle importancia porque la marcha de un ser querido debía ser más importante que un símbolo. Era su primera muerte vivida y se la estaban perdiendo. A nuestro lado escuchaba a un padre orgulloso contando a sus hijos lo bonita que era la bandera y el mensaje que llevaba esa imagen...

Y yo me pregunto: ¿Cómo estamos educando a nuestros hijos? ¿En la importancia de las banderas que unen a unos y separan a otros? ¿O en la vida y su caminar?

Las banderas me suenan a pasado en una sociedad que vive conectada y unida por internet y donde las fronteras desaparecen a pasos agigantados.

Integrar y aceptar la pérdida en nuestra vida es fundamental para nuestra felicidad y para nuestro desarrollo como personas y como profesionales. Yo no tengo ninguna duda. ¿Y tú?

Fuente: U n CEO sin corbata.

C. Marco