Revista Cocina

Pera

Por Paloma Alós @eltercerbrazo

PeraPera

La pera es el jugoso y carnoso fruto del árbol llamado peral, un género perteneciente a la familia de las rosáceas, la misma que el manzano. Existen más de 30 especies de este frutal con frutos carnosos, pero todas se incluyen dentro de dos grandes grupos: peras de invierno (sabor más fino) y peras de verano (sabor dulce y poco ácido), lo cual hace que podamos disponer de ellas durante todo el año!

Recomendada en regímenes por sus propiedades diuréticas, por la total ausencia de sodio y su bajo contenido calórico, ya que su composición es mayoritariamente de agua, la pera posee multitud de beneficios para nuestra salud, además de un sabor muy suave, que le otorga alto valor a nivel culinario, donde se utiliza en su mayor parte para compotas, mermeladas y conservas.

Entre sus propiedades nutricionales contamos con el aporte de taninos (con acción astringente y antiinflamatoria), azúcares (muy asimilables y tolerables por los diabéticos), fibra soluble en forma de pectinas (lo que ayuda a rebajar el nivel de colesterol) y alto contenido en Potasio, por lo que es muy recomendable a quien toma diuréticos que eliminan este mineral, ya que con esta fruta se pueden recuperar las pérdidas de Potasio por la orina. También aporta magnesio y calcio.

Las peras se deberían comer con piel, debido a que es allí donde más vitaminas, minerales y aminoácidos se pueden encontrar (como la arbutina). No obstante, debido a la utilización de grandes cantidades de productos fitosanitarios, lo más recomendable es comerse la pera pelada y evitar así la ingesta de tóxicos. Solamente cabría una excepción, y es abastecerse de la peras procedentes de cultivos ecológicos.

Cómo elegirlas y conservarlas

Para saber si una pera está madura, debemos presionar su superficie con el dedo. Si ceden ante esta leve presión, es que está lista para degustar.

Hay que tratarlas con cuidado, ya que es una fruta delicada. Deberemos deshacernos de envoltorios y plásticos para permitirles respirar y mantenerlas almacenadas como máximo hasta 3 días en la nevera o lugares ocuros, frescos y secos, a fin de que no maduren con la rapidez habitual.

¿Qué cosa no debemos hacer?

Dejar que maduren demasiado, porque se estropean enseguida (incluso en lo que a la vitamina C se refiere) y pierden textura (apareciendo una granulosidad nada agradable en boca), olor y sabor.

Consulta el artículo de “Hablamos de la Buena Mesa”: Fruta de la Sarga

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