Esta receta se puede considerar de aprovechamiento porque puede servirnos para aprovechar es media botella de vino blanco que nos ha quedado de una comida o una fiesta. Pero también se puede hacer "per se", porque nos gusta el sabor y el contraste tanto de temperaturas como de sabores y porque nos deja la cocina con un aroma a especias que despierta nuestros sentidos.
Como especias he elegido unos clavos de olor y también le he añadido al vino unas hebras de azafrán, pero puedes aromatizar el vino con canela o con cualquier otra especie que te guste.
El helado le da un contrapunto diferente y le añade un poco de contraste de frescor y texturas al postre. He querido hacer un helado más bien ligero (todo lo ligero que puede ser un helado), sin meterle nata, y con poco azúcar, así que me he decidido por hacerlo con yogur.
Si le quieres dar un aire diferente al postre puedes sacar una bolas de las peras y, en vez de cocer las peras enteras, cocer estas bolas y servirlas sobre el almíbar que se forma con el vino blanco después de haber retirado los clavos del mismo.
INGREDIENTES (4 PAX)
Para las peras
4 peras
unas hebras de azafrán
100 g de azúcar
zumo de un limón
medio litro de vino blanco
Para el helado
200 g de queso de untar (tipo
philadelphia)
50 g de azúcar
2 yogures naturales
MODO DE HACER:
Las peras:
1. Pelar las peras y hacerles una
base para que se sujeten bien de pie.
2. Pincelar las peras con el zumo
del limón para que no se oxiden.
3. Poner en un cazo el vino con
el azúcar y calentar a fuego suave.
4. Cuando esté caliente se meten
las peras de pie y se deja a fuego suave durante media hora aproximadamente.
5. Se dejan enfriar dentro de la
cazuela. Luego se reservan en la nevera.
6. El almíbar se vuelve a poner al fuego y se reduce hasta el punto que nos guste.
El helado:
1. Congelar la terrina de queso
2. Batir el yogur con el azúcar
3. Poner esta mezcla con el queso
congelado y pasarlo con la batidora.
4. Meter la mezcla en la heladera
o en su defecto en el congelador (en este caso remover bien cada 20 minutos).
Aunque la siguiente foto es muy mala, (cuando emplaté era de noche, no había luz y la foto se sacó con un móvil) quiero enseñaros otra forma de presentar este postre. En primer lugar en vez de meter las peras enteras en el vino lo que haríamos sería, una vez peladas, sacar unas bolas de pera y son estas las que se meten en el vino. Dejar que se hagan, dejar enfriar en el vino, sacarlas y acabar de reducir el vino hasta conseguir un almíbar.
Para emplatar ponemos dos cucharaditas de este almíbar, las bolas de pera encima, una bola de helado a un lado, adornamos con el azafrán que quedará en el almíbar y, por último, podemos ponerle alguna flor comestible como los pensamientos. Yo emplaté en un plato hondo.
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