Seguramente os sorprenderá el contenido de este vídeo, se trata de un estudio que muestra la percepción que tienen los adultos o los niños sobre hacer algo como una niña. A un grupo de adultos (hombres y mujeres) y también a un niño, se les realiza una serie de preguntas y tienen que contestar gráficamente. La primera pregunta es ¿cómo corre una niña? A la vista de los resultados da la impresión de que las niñas no sepan correr.
La segunda pregunta hace alusión al comentario “pegas como una niña”, la pregunta es ¿cómo crees que se pelean las niñas? Los participantes deben mostrar cómo creen que pegan las niñas, de nuevo la percepción es errónea, sorprende que tanto hombres como mujeres tengan esa percepción tan mala y ridícula de las capacidades de las niñas. En una tercera cuestión, los participantes deben mostrar cómo lanza una niña (una piedra, una pelota pequeña…), de nuevo parece que las niñas no saben lanzar, no tienen fuerza y parecen definirse casi como inútiles.
En una segunda parte del proyecto participan niñas a las que se les pregunta por las mismas cuestiones, deben mostrar cómo corren, cómo pegan, cómo lanzan… Se aprecia claramente que los adultos y los niños tienen una percepción errónea de lo que es “hacer algo como una niña” las participantes muestran su habilidad para correr, pelear o lanzar una pelota, en ningún caso las demostraciones se parecen a las que han realizado los adultos.
Posteriormente se pregunta a una niña: ¿Qué significa para ti que te diga que corres como una niña? La respuesta es correr lo más rápido que pueda. La pregunta que nos plantean en el vídeo tiene mucho sentido después de lo que habéis visto, ¿en qué momento hacer algo como una niña se convirtió en un insulto?
Al niño que ha participado en este estudio se le pregunta si considera que acaba de insultar a su hermana, con convencimiento dice que con sus respuestas no ha insultado a su hermana aunque sí a otras niñas. A otra niña se le pregunta ¿es “como una niña” algo bueno?, es decir, correr como una niña, saltar como una niña, lanzar como una niña…La pequeña contesta que no sabe si es algo bueno o malo, pero parece que tiende a considerar que es algo malo, como si se quisiera humillar a alguien, de hecho, cuando se dicen frases como las mencionadas, “pegas como una niña”, el sentido es precisamente ese, el de humillar.
De nuevo otros mensajes que deben hacernos pensar y considerar algunas comparativas que los adultos realizan, nos explican que la confianza de una niña se derrumba en su pubertad y son especialmente vulnerables entre los 10 y los 12 años. A los adultos participantes en la prueba se les pregunta cómo creen que les afecta cuando alguien usa “como una niña” como un insulto. Una chica que antes ha parodiado a una niña, explica que cree que realmente baja la autoestima de quien recibe ese comentario.
No os queremos explicar todo el contenido del vídeo, es mejor que lo veáis, es evidente que la percepción de debilidad de las niñas está instaurada en la sociedad, en cierto modo se menosprecia el sexo femenino y especialmente las capacidades de las niñas. Hay que cambiar esa percepción en el marco de igualdad, pegar o correr como una niña no debe ser signo de debilidad. Algunas chicas se sienten orgullosas de nadar, correr, lanzar, pegar o caminar como una niña, tienen una percepción que es coherente, se sienten orgullosas de ser niñas y de sus capacidades y no hay que avergonzarse en absoluto.
Nos quedamos con la frase Hagamos de “como una niña” algo sorprendente, seguramente este vídeo servirá para que muchas personas reflexionen y se den cuenta de un error que se comete habitualmente y quizá sin pensar.
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Percepción errónea de lo que es “hacer algo como una niña”