Revista Salud y Bienestar

Perder peso podría reducir el riesgo cardiaco

Por Blogdefarmacia.com

Las personas con sobrepeso u obesos que pierden peso a través de una dieta baja en carbohidratos o baja en grasa también pueden reducir significativamente la inflamación en todo el cuerpo, lo que podría ayudar a reducir los riesgos de enfermedades cardíacas, según un estudio reciente.

Dado que las células grasas segregan moléculas que aumentan la inflamación en el torrente sanguíneo, las personas que tienen sobrepeso o son obesos tienen un mayor riesgo de inflamación en todo el cuerpo, explicaron los investigadores. Notaron que tal inflamación generalizada también aumenta el riesgo de ataque cardiaco y accidente cerebrovascular.

Perder peso podría reducir el riesgo cardiaco

Los hallazgos indican que se puede reducir la inflamación sistémica, y posiblemente reducir el riesgo de enfermedades del corazón, no importa si se trata de una dieta baja en carbohidratos o baja en grasa. “El factor importante es la cantidad de peso que perder, especialmente la grasa del vientre”, según los autores del estudio.

En el estudio participaron 60 personas, de edades comprendidas entre 30 y 65 que tenían sobrepeso u obesidad con una gran cantidad de grasa alrededor de su cintura. Se les pidió a los participantes que siguieran una dieta baja en carbohidratos o una dieta baja en grasas durante seis meses. Ambos grupos se ejercitaron tres veces a la semana.

Al principio y al final del estudio, los participantes fueron pesados y se midieron los índices de masa corporal (IMC) así como también se registraron datos sobre la grasa total del cuerpo y la grasa abdominal. Los investigadores tomaron muestras de sangre para calcular los tres marcadores comunes de inflamación.

Todos en el estudio tenían un aumento de aproximadamente el 20 por ciento de la aptitud aeróbica. Las personas que siguieron la dieta baja en carbohidratos, sin embargo, perdieron más peso. En promedio, perdieron 13 kilos en comparación con una pérdida promedio de 8 kilos entre los de la dieta baja en grasas.

El estudio también mostró que en el grupo bajo en carbohidratos tuvieron una caída más significativa en el IMC y en la grasa del vientre.

No obstante lo anterior, ambas dietas ayudaron a reducir la inflamación. En ambos grupos, hubo una disminución significativa en los niveles de las tres medidas de la inflamación.

Los hallazgos fueron presentados el lunes en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón en Los Angeles.


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