Revista Psicología

Perdón

Por Joseluisp

 Perdón

Hoy es el mejor dia de mi vida
hoy me perdoné y pedí perdón
hoy estan sanando mis heridas
hoy estoy sintiendo amor
Reily Barba

 

Según el diccionario, perdonar es la acción que hace la persona perjudicada para remitir una deuda, falta o delito.

Hay clientes que, en su proceso de coaching, descubren que las relaciones que mantienen con aquellos que les rodean en su vida o en su trabajo se bloquearon por compromisos que nunca se llegaron a cumplir. Cuando una persona es la responsable de este incumplimiento, la única forma que tiene de repararlo y de desbloquear esta relación es la de iniciar una conversación: la del perdón.

Cuando pedimos perdón y lo recibimos nos liberamos de una carga. Si el perdón es sincero podemos restablecer la relación en el momento en que las cosas empezaron a fallar. Lo mismo sucede cuando perdonamos: al perdonar le hacemos al otro un regalo en la medida en que lo estamos liberando. En ambos casos el perdón facilita el retomar las cosas hasta el momento en que empezaron a torcerse. Y se genera una nueva realidad, pues se abre la posibilidad de escenarios que eran imposibles antes de la declaración del perdón.

Perdonarnos a nosotros mismos también nos da poder. Con nuestro perdón nos damos permiso para liberarnos y para dejar de escuchar aquellos diálogos internos que nos atan al pasado, que nos dicen continuamente que no somos buenos, que no somos capaces de conseguir lo que queremos y que no nos merecemos ser felices. Cuando lo hacemos, cerramos el pasado y nos acercamos a escenarios que nos acercan a aquellos que queremos para nosotros.

Donde no existe el perdón las relaciones se bloquean, las emociones se contienen y las conversaciones se reprimen. Evitamos todo aquello que nos permita conectar con el pasado, con el tabú, con el momento en que se rompió la confianza.

Para pedir perdon sólo necesitamos una cosa: la humildad, la sencillez de reconocer que no somos perfectos, que nos equivocamos, que somos vulnerables, pero que queremos que las cosas se restituyan y vuelvan a ser como antes. No permitas que tu ego te impida pedir perdón. No merece la pena.


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