Revista Ciencia
Perejil
Cuando tu perejil tenga un tamaño razonable, puedes montar un cesto colgante. Escoge un cesto, o cualquier cacharro que te guste, y llénalo de musgo. Coloca encima compost mezclado con un poco de abono de disolución lenta. Con las manos separa la tierra y planta tus tiestos de perejil. Luego terminas de llenar con tierra y la aprietas un poco para que no queden cámaras de aire, y la superficie de la tierra quede uniforme. Riega, deja escurrir completamente y ya puedes colgar el cesto en un lugar bien iluminado para que tu perejil siga creciendo. Riégalo cada día.