autor: blog Agua Viva
Esta vez quiero felicitar a la periodista peruana Cecilia Valenzuela por su defensa al cardenal del Perú Juan Luis Cipriani en respuesta a un artículo escrito por su colega Augusto Alvarez Rodrich titulado "El gran Chauchiller" donde muestra una gran falta de respeto hacia nuestro pastor. Vean el video que está muy bien explicado.
Resulta realmente curioso e insólito que en el Perú sucedan este tipo de cosas, porque la Iglesia Católica ha acompañado al Perú y a los peruanos en sus mejores y peores momentos: en la Declaración de la Independencia, en la Guerra con un país vecino, en la dictadura militar, en la época del sangriento terrorismo de Sendero Luminoso (que asesinó a muchos sacerdotes).
Declaración de la Independencia por José Gil de Castro
El pueblo venera a sus santos: santa Rosa de Lima y san Martín de Porres
La Procesión del Señor de los Milagros es tradicional y multitudinaria.
Son muchísimas las obras de caridad católicas, orfanatos, asilos de ancianos, casas para enfermos, hospitales. Tan sólo mencionar algunos: los colegios "Fe y Alegría", fundado por el padre José María Vélazcuenta, cuenta con 161 planteles de educación inicial, primaria y secundaria localizados en barrios marginales y también 230 talleres para alumnos de nivel secundario.
El hogar clínica "San Juan de Dios" de la orden de los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios que tienen 58 años al servicio del niño y joven discapacitado.
Y hasta un postre tradicional, como es el Turrón de Doña Pepa es nada menos que una ofrenda religiosa a Dios por un milagro concedido. La mujer que creó el Turrón vivía en Cañete, su nombre era Josefa Marmanillo y la conocían como Doña Pepa. Ella sufría de parálisis en los brazos, pero tenía la esperanza de que se curaría. Supo de los milagros que se atribuían al Cristo de Pachacamilla y vino a Lima. Sus manos comenzaron a moverse. En agradecimiento preparó la receta de un dulce que soñó y fue a la procesión llevando en una tabla encima de su cabeza.
Y otro aspecto que no se menciona tampoco es el beneficio económico que genera el turismo a sus iglesias, conventos, museos, etc., desde el humilde taxista hasta la agencia de viajes.
El catolicismo tiene raíces muy profundas en el Perú. Exigimos respeto.