Son lesiones cutáneas inflamatorias, localizadas en las partes acras del organismo, que aparecen con la exposición al frío. Pueden presentarse en forma Idiopática, generalmente en mujeres jóvenes en zonas con climas fríos y húmedos. También pueden estar presentes en asociación con una enfermedad de base, como Lupus eritematoso, hipotiroidismo, anorexia nerviosa, disproteinemias, neoplasias hematológicas u otros trastornos vasculares (cutis marmorata, acrocianosis, hiperhidrosis o eritrocianosis). Clínicamente se caracterizan por la presencia de pápulas y/o nódulos eritematovioláceos edematosos, que predominan en las caras dorsales de los dedos de las manos y los pies, las piernas, los muslos, los talones, la nariz y las orejas. En los casos más severos aparecen vesículas y ulceraciones. Una vez que hemos hecho el diagnóstico clínico, generalmente, la principal duda es distinguir si es un caso idiopático o secundario. Por ello es necesario realizar un screening para descartar los segundos. Se debe pedir un análisis de sangre con hemograma, tiroides, velocidad de sedimentación, y determinación de anticuerpos antinucleares (ANA), niveles de complemento y crioglobulinas. La realización de biopsia es controvertida toda vez que no hay un consenso sobre los cambios que se deben encontrar en cada caso. El tratamiento consiste, principalmente, en la profilaxis, empleando guantes, calzado y abrigo adecuados. Pueden emplearse corticoides tópicos, vasodilatadores (nifedipino, nitroglicerina), antiagregantes plaquetarios, antiinflamatorios no esteroideos, y pentoxifilina. Dejo un capítulo sobre el tema que he encontrado en internet. También aconsejo el artículo Perniosis: Clinical and Histopathological Analysis. Am J Dermatopathol 2010; 32(1): 19-23.