Me encanta Madrid. Quizás porque no vivo allí, y cada vez que voy descubro algo nuevo, quizás porque vive mi hermano casi mellizo y siempre me descubre algún restaurante interesante. La última vez que fui a verle, nos llevó a "Alfredo's", una hamburguesería a la que hay que reservar con unos cuantos días antelación pero que merece la pena. Y sino, pasad por el post (éste) ¡y veréis qué hamburguesas!
Cuando esta vez me dijo que íbamos a un sitio de perritos calientes, la verdad es que me imaginaba un local cutre tipo Kebab (con todo mi respeto hacia los Kebabs, que menuda solera tienen), y nada comparado con el restaurante "Perrito faldero", un lugar donde no coinciden dos sillas iguales, donde las paredes están llenas de sombras de perros dibujadas sobre un papel blanco, y la comida sorprende desde que la lees.
Fuimos los cuatro cual familia feliz, guiados por las sugerencias de mi hermano: dos ensaladas de pollo, dos perritos falderos, y dos "perriburguers". Mientras esperaban nos trajeron un pequeño aperitivo, sencillo, pero delicioso, hummus (el corrector me pone "humus") con unas tostaditas de pan que nos supo a gloria. Y no habiamos terminado el hummus, cuando llegaron las ensaladas. ¡Qué ensaladas señores! Parece que todo está más que inventado, y sin embargo, nos sorprendió muy gratamente. Un fondo de lechugas (sí, de la siempre presente Florette, o similar) con tomatitos cherrys, lascas de queso, croutons bien hermosos y caseros y trozos irregulares de pollo con un rebozado crujiente. Y digo irregulares y quiero decir naturales y caseros, de esos que coges la pechuga y la cortas en tiras, lo que hace que nunca haya dos iguales. Todo aliñado con una suave vinagreta de mostaza y miel, deliciosa.
¡Y llegó el plato estrella! Por un lado, el "perrito faldero" una salchicha bratwurst de 26cm (#tomaya) en pan de brioche acompañado de cebolla crujiente, rabanitos, pepinillos, queso fundido, ketchup y mostaza, el típico perrito caliente, reinventado y sin duda con una receta más que acertada. La salchicha en su punto, con un sabor a especias y pimienta que acompañada de las patatas fritas con piel, sabia a maravilla con pan, de brioche por cierto. El segundo que pedimos (compartimos la mitad de cada uno) era el "perriburguer" una hamburguesa con el tipo de un perrito caliente: parecia una salchicha, hecho a base de la carne picada de una hamburguesa, deliciosa, jugoso per suficientemente compacto para mantenerse a cada mordisco sin estropearse. Lo mejor era el acompañamiento, a base de cebolla morada marinada, lima, aguacate y maíz, ingredientes que no había encontrado antes en un perrito caliente.
Si toda la comida fue mejorando plato tras plato, la carta de los postres se nos hizo escueta y sin mucho donde elegir, pedimos la tarta de almendras, que suponíamos iba a ser algo densa. Y no nos equivocamos, teníamos que haber pedido el helado con crema de mango. #otravezserá
PERRITO FALDEROwww.perritofaldero.comC/ San Lorenzo 4, Madrid.
Además de tener un local precioso, en una calle tranquila y estrecha de Madrid, cuenta con moderneces de esas que me encantan: menú del día con varios platos a elegir, y con la posibilidad de hacerlo "take away" con un descuento encima del 10%. La presentación de los platos, muy cuidado, y muy estilo gastroblog, sobre tablas de madera y papel reciclado con el logo del restaurante, cazuelitas vintage cada una de un color para servir las patatas y manteles individuales que dejan entrever la maravillosa mesa de madera maciza. Tengo ese punto hipster sin serlo, chica, un fallo (o no) más a añadir a la lista. Si quieres un restaurante diferente en Madrid, y a muy buen precio, apunta éste.
Comida de un sábado soleado en Madrid, para cuatro por 79,50€
Aperitivo a cuenta de la casa.
Ensalada de pollo
Mi paraíso: bandeja de multitud de mostazas y salsas!
Perriburguer
Perrito faldero
El postre!