Es lunes. El mundo sigue rodando. Los especuladores especulando y los políticos… ¿los políticos…? bueno, eso.
S&P dijo que bajaba la calificación de la deuda de EEUU por razones políticas, al desconfiar de la capacidad de los dos partidos para ponerse de acuerdo y no mirar más allá de sus estrategias electorales. En román paladino, si esta afirmación la hace otro Estado con la mirada revirada, los EEUU no hubieran dudado en calificarla como de injerencia intolerable y haber mandado a la OTAN a bombardearlo. Pero las agencias de calificación, no se les olvide, queridos niños, son nuestro Noriega en Panamá, osea, nuestras hijas de puta.
Y perro no come perro.
Más cerca, el segundo banco más inútil que conozco, el Central Europeo, (el primero es el Banco de España) ha decidido comprar deuda a saco para evitarnos un disgusto. Eso si, no crean que la decisión va a ser gratis para sus bolsillos, ya que, a buen seguro, llevará aparejado otro programa de recortes sociales. La vieja táctica del FMI aplicada sutilmente, porque, por si no lo saben, la economía va fatal por culpa de su querencia a tener sanidad gratuita y universal y una educación para sus hijos excelente. Estas cosas son las que evitan que ellos ganen más, anden un poco desmadrados y hayan tenido que construir artificios financieros que no entienden ni ellos.
La cosa se arreglaría con más democracia y con una regulación suficiente que antepusiera el interés general a la especulación financiera, pero… perro no come perro, ya se lo he dicho. Mire usted, haga un repaso, a todas las figuras claves que toman decisiones, Trichet, Lagarde, MAFO, etc.. y luego me cuenta si ve a esos regulando algo que no sea el desmantelamiento del estado del bienestar.
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