Revista Cultura y Ocio

Persiguiendo gamusinos franquistas

Por Peterpank @castguer

Todavía hay gente que piensa que la línea general de la historia oficial coincide con la “verdad” y que son determinados hechos el objeto de cuestionamiento. La realidad es que estos hechos ocultan la auténtica línea general. Los hay que revelan la relación directa de la banca internacional con los sucesos que decidieron el rumbo de España en el siglo XX.

Persiguiendo  gamusinos franquistas
Como no puede ser de otra forma, estos hechos se gestan en Londres, bastión del Sanedrín Financiero Internacional y la masonería, su afilado instrumento. Es sabido que la Segunda República estaba en manos de masones, pero también que en las lides políticas, es usual que “El Creador” sacrifique sus creaciones en pos de un bien mayor. Hacia 1936, el contacto del Sanedrín Financiero en España era un tal Juan March, masón y prospero hombre de negocios de origen judío, conocido por su absoluta falta de escrúpulos y su escasa devoción a cualquier causa ajena a la ganancia material. La situación en España era un verdadero caos, el golpe de estado se percibía como algo inminente y varios generales estaban vigilados bajo sospecha de ser conspiradores, entre ellos, Mola, Yagüe y Franco. Este último, lider del ejército de África, es destinado a la Capitanía de Canarias. Franco podía haber sido destinado a Barcelona o Madrid, donde podía ser mas fácilmente controlado, pero es acercado precisamente al lugar del que se trataba de alejar: Marruecos.

Persiguiendo  gamusinos franquistas

Para llevar a cabo el alzamiento era necesario trasladar a Franco a Marruecos, tomar el mando de las tropas españolas y saltar el Estrecho. Para ello era necesario contratar un avión que lo hiciese posible. Esta misión la llevaría a cabo un aparato Havilland DH 89 Dragón Rapide que curiosamente, había pertenecido al Duque de Gales. Todos los gastos de la operación corríeron a cuenta de Juan March con cargo a un banco en Londres y si el alzamiento militar fallaba, a Franco se le aseguraba un destino privilegiado en la isla. Creo que resulta evidente que todo esto difícilmente podía ser desconocido por el gobierno británico, entre otros motivos, por su estrecha relación con la masonería(los poderes fácticos ingleses estaban invadidos por la masonería, como es el caso de Churchill). Previa contratación de la tripulación se produce el vuelo a Lisboa, teniendo que aterrizar en Biarritz para repostar. Después continúa el vuelo hasta lCanarias aterrizando en el aeropuerto de Gando. Mientras tanto Franco se encontraba esperando en el Hotel Madrid de Las Palmas a que llegase el Dragón. La coartada de Franco es que había viajado para asistir al entierro de un militar, pero lo más curioso es que Franco lo comunicó a la Subsecretaria del Ministerio. Y nos preguntamos: el Capital General de Canarias estando en Tenerife, ¿tenia que pedir permiso al Subsecretario para asistir a un funeral en Las Palmas ?. Si no era necesario ese permiso, estamos legitimados para pensar que esta petición es realmente un mensaje de aviso. Franco sube al avión de paisano y con pasaporte británico y el vuelo aterriza en Añadir, donde se produce otro hecho curioso. En este aeropuerto no había un solo avión debido a que habían sido trasladados a la península, de manera que un aparato de esas características llama la atención de los militares e incluso uno de ellos saca una fotografía. Y no paso nada, algo muy sospechoso porque Franco, aunque en ese viaje ya no llevaba bigote, era muy conocido en ambientes militares. El avión continúa vuelo rumbo a Casablanca, pernoctan allí y parten hacia Tetuan, donde aterrizan para seguir trayecto en coche hasta Ceuta. De todo esto se pueden extraer varias conclusiones:
El vuelo y su planificación permiten llegar a pensar que elementos del gobierno estaban al corriente de cuanto estaba sucediendo. El ambiente de sublevación se respiraba por todas partes. Es plausible pensar que, siendo el alzamiento inevitable, existieran pactos para salvar el pellejo, de hecho muchos lo salvaron.

Inglaterra tenía que estar informada conociendo a los servicios secretos británicos y la su relación con la masonería. Recordemos la importancia de Gibraltar para el control del Imperio Británico, la inquietud que infundiría el rumbo que iba tomando la situación polí­tica española y el interés de Stalin por convertir España en un pais satélite. Inglaterra desde hace siglos ha estado siempre presente en la política española, por tanto no se trata de algo excepcional.

La figura de Juan March fue clave, tanto en la preparación del vuelo y su financiación, como en su intermediación en la compra de pertrechos para el bando nacional. En Julio de 1.936 Juan March visitó en Roma a Mussolini, a quien propuso acordar la compra de aviones y munición y para esto puso sobre la mesa cuarenta y nueve millones de pesetas en oro y se creo una sociedad.

De todos los generales implicados, Sanjurjo, exiliado en Portugal, resultaba el más competente para liderar el golpe, e incluso Mola podía haber rivalizado con este, pero nada de eso fue posible. Juan March había determinado que la operación la dirigiese Franco. Sanjurjo muere en un accidente aéreo y mas tarde, en plena guerra, le ocurriría lo mismo a Mola. ¿Por que apoyaba March a Franco ? y ¿ por que apoyó el alzamiento?. March era un financiero y como tal tenía intereses económicos en España muy importantes. Si la II Republica hubiera continuado por los derroteros prosoviéticos que iba, muchos de los intereses del Sanedrín Financiero se hubieran resentido, incluido el imperio económico de March.

Terminada la contienda civil, comienza la II Guerra Mundial y Franco, aunque había recibido ayuda del Eje y mantiene una relación de amistad con Hitler, nunca piensa en intervenir. Franco pagó sus favores, a Hitler enviando la División Azul y al Sanedrín no entrando en la guerra, pues ambos eran los compromisos que había contraído para acceder al poder. Juan Aznar cuenta la siguiente anécdota que conoció a través de José Antonio Girón, ministro de trabajo de Franco:

“Estábamos en plena II Guerra Mundial. Yo estaba de cacería con el Caudillo. En cierto momento, Franco se encontraba mirando al horizonte, en silencio y le pregunte: ” Mi General. ¿quien crees que ganará la Guerra ? A lo que Franco, impávido, sin moverse y sin pasar de mirar al horizonte me dijo: hay dos clases de hombres, los idealistas y los pragmáticos (refiriéndose a los Aliados). Esta guerra la ganaran los pragmáticos”. Franco, en plena Guerra Mundial, estaba convencido de que Hitler iba a perder, incluso en el momento en que parece imponerse. Lo sabía porque conocía el poder de los enemigos del Reich.

CAVE CANEM


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