Hola cocinillas,
Como prometí en Instagram, aquí os traigo la receta de esta deliciosa crema de queso que hará vuestras delicias.
Es un postre o dulce muy sencillo de hacer y dura bastante en la nevera una vez hecho.
No es la primera vez que como pitaya, una fruta deliciosa que viene de latitudes tropicales y que además tiene multitud de propiedades nutricionales además de ser relajante y desestresante.
Puede ser roja o blanca y creo que hay más variedades. En este caso usé la roja que junto al poder colorante de las frambuesas da un color precioso a esta dulce tentación.
Yo tengo la suerte de vivir en el sur de España y justo por aquí hay una zona con clima subtropical ( costa este de la provincia de Málaga y la costa de Granada) y por tanto se pueden encontrar más fácilmente este tipo de productos tropicales. Yo compré todas estas en el mercado de Atarazanas, Málaga.
Si vives en cualquier otro lugar puedes encontrarlo en los mercados centrales de tu cuidad o en supermercados como los del corte inglés.
- INGREDIENTES
-1/2 fruta del dragón o pitaya roja
-50 gramos de frambuesas
-100 gramos de requesón ( también vale queso fresco tipo Burgos, angulo, etc)
-5 hojas de gelatina neutra
-150 gramos de nata para montar ( puedes usar de cocinar si quieres menos grasa pero también será menos cremoso)
-4 cucharadas de azúcar -unos 80 o 100 gramos-al gusto
-2 cucharadas de queso crema ( tipo Philadelphia)
- ELABORACIÓN
- Ponemos a hidratar en abundante agua las hojas de gelatina. Podemos poner cubitos de hielo para que no se peguen entre sí. Reservamos.
- En un cazo ponemos a calentar la nata, la crema y el azúcar a fuego medio.
- Sacamos la carne de la pitaya, lavamos las frambuesas y ponemos en un vaso de batir junto con el requesón, batimos hasta que quede homogéneo. Yo lo hago con thermomix para que quede bien fino y sin las semillas propias de estos frutos. Si no disponemos de una batidora potente podemos colar para que quede una crema suave.
- Añadimos las frutas batidas con el requeson al cazo y calentamos hasta unos 80 o 90 grados, que no llegue a hervir. Cuando veamos que sale algo de vapor y empieza a burbujear nos indica que hemos llegado a esta temperatura. Es cuando podemos añadir las gelatinas hidratadas. Para ello escurriremos bien el agua, añadimos, apagamos el fuego y removemos hasta su completa disolución.
- Dejamos reposar unos minutos y ponemos en recipientes al gusto. Tendremos que dejar enfriar por completo al menos una noche o unas 12 horas. Luego decoramos al gusto, yo puse frambuesas por encima y sirope de ágave para los más dulceros.
- Esta misma receta se puede hacer con cualquier otra fruta como fresas, mango u otra al gustoso
- Si añadimos más gelatina podemos hacer una panna cotta o una tarta de queso, las posibilidades son infinitas
- Es importante que la gelatina llegue a los 70 grados mínimo y no hierva ya que su efecto no será el esperado en estos casos. Se puede usar también agar-agar u otros gelificantes.
- Se puede usar como base o complemento para otros postres más elaborados: yo he hecho vasitos con esta elaboración muy vistosos y ricos combinando distintas frutas, cereales, yogur, crema de chocolate blanco, crema de dulce de leche o toffe… ya os iré subiendo las recetas de todos
¡Espero que os haya gustado!