Revista Cultura y Ocio
Phillip Zimbardo y el experimento de la cárcel de Stanford
Publicado el 27 octubre 2013 por Enrique Gutiérrez @InfoFragmentos
Este experimento se llevó a cabo por un equipo de investigadores liderado por Philip Zimbardo en 1971, en la Universidad de Stanford. a continuación explicaremos cómo se desarrolló.Vamos a hacer una descripción sobre la preparación, desarrollo y conclusión del experimento de Zimbardo. Todo empezó con un anuncio que puso el equipo de investigación en el periódico local para participar en un estudio sobre los efectos psicológicos de la vida en la cárcel. Contestaron al anuncio más de 70 jóvenes, de los cuales, para le experimento se escogieron a 24 personas para el experimento.Tras realizarles una serie de pruebas psicológicas con el fin de descartar aquellas personas con problemas psicológicos o ex-presidiarios, se les asignó de forma aleatoria a dos grupos: los que iban a realizar la función de guardias y los que iban a desempeñar el papel de reclusos. Para comenzar el experimento se necesitaba un recinto que recrease una cárcel para lo cual se habilitó una zona del Departamento de Psicología de la Universidad de Stanford. Se acondicionó de tal manera el departamento que hubo que sustituir puertas para crear las celdas, hacer paredes para cerrar pasillos, etc.Se colocaron cámaras y micrófonos por todo el escenario creado para controlar lo que pasaba en su interior. Se eliminó todo contacto con el exterior y con la noción del tiempo.El experimento dio comienzo con la detención en plena calle y sin aviso previo de los participantes, su posterior traslado de uno en un o a la "prisión de Stanford" y la presentación por parte del alcaide de su nueva condición de reclusos, lo cual les supuso un shock. El siguiente paso consistió en humillar a los participantes haciendo que se desnudasen para realizarles el registro pertinente.En el experimento se entregó a los participantes unos uniformes que consistía en un saco numerado, el cual vestían los "reclusos" sin ropa interior, una cadena colocada en el tobillo durante todo el tiempo y una media femenina en la cabeza, buscando una situación funcional, es decir, para que los participantes sintieran efectos similares a la realidad de una forma rápida.Los guardas no recibieron ninguna formación específica sobre cómo desempeñar su función. La única consigna que se les dio fue que tenían que mantener el orden y la ley en el recinto. Uno de los participantes hizo de alcaide, encargado de supervisar el buen funcionamiento de la "cárcel". Se les entregó un uniforme, un silbato y una porra. Durante el experimento se les entregaron unas gafas de sol, que llevaban puestas en todo momento para darles anonimato y evitar que se descubriesen sus emociones en la mirada.Este estudio tenía la finalidad de investigar la conducta tanto de los reclusos como de los guardas.continúa leyendo....