« Sé lo que sientes», le dicen. Creen saberlo pero no tienen ni idea. ¿Cómo podrían? Ellos no han perdido un novio en una pelea de bandas. Ellos no están en íntima comunión con los muertos…
Ni siquiera la propia Darina está segura. ¿Cómo podría? A pesar de todo lo que ha pasado con Jonas, Arizona y Summer, las Almas Elegidas no pueden ser reales. Por mucho que ella se resista a aceptarlo, Phoenix está muerto, se ha ido para siempre, fue asesinado hace ya casi un año, faltan apenas once días para ese primer aniversario.
Son días dolorosos en los que prefiere estar sola, sin salir, sin ver a nadie… excepción hecha del propio Phoenix, que se le aparece a todas horas y la mira como pidiendo ayuda. Nada tiene sentido, y sin embargo, Darina sabe que ha de confiar en sí misma.
Y así aprende que los sentimientos no cesan cuando mueres, que el limbo es el lugar en el que las almas torturadas buscan respuestas hasta el fin de los tiempos. Y que los más afortunados regresan del otro lado para resolver los misterios que les impiden descansar. Phoenix, por ejemplo. ¿Quién le asestó la fatal puñalada?
El plazo para averiguarlo se acaba un año después de la muerte, y es Darina quien debe asumir la tarea, a sabiendas de que obtener respuestas equivaldrá a despedirse definitivamente de ése al que tanto quiere.
14.95 € 256 págs. 5 de julio de 2012