Con la colaboración del maestro Mario Morones Hernández, la Secretaría de Cultura llevará a cabo próximamente el reacondicionamiento de 19 pianos adaptados y/o construidos para la interpretación de música microinterválica, los cuales pertenecieron al maestro Julián Carrillo, desarrollador de la teoría del Sonido 13.
Lo anterior fue dado a conocer por el propio experto, quien es egresado de la Escuela de Música de Zacatecas, quien señaló que en la tarea de poner en operación nuevamente los instrumentos colaborará también otro experto, a efecto de afinar por lo pronto cuando menos 3, “pero se espera abarcar lo más posible del total de los 19 pianos”.
Sobre las condiciones en que actualmente se encuentran, Morones Hernández dijo que hay algunos pianos que acusan detalles mínimos, como alguna tecla que se atora, pero en general , el trabajo consistirá en someterlos a un proceso de afinación. “Yo creo que nos encaminaremos a eso”, primordialmente, revelo.
Entre los pianos, comentó, destaca el Steinway que el maestro Carrillo modificó a tercios de tono, que es el primer piano metamorfoseado, y es el más deteriorado por su antigüedad “y me imagino que el maestro Carrillo le dio bastante uso”. No obstante, advirtió que por ahora no se intervendrá en este instrumento.
Indicó que en virtud de que hasta ahora no se cuenta con una referencia para la afinación microtonal, es así como inicia su relación de trabajo Con la Secretaria de Cultura de San Luis Potosí, la cual le contrató para hacer la investigación correspondiente y tener la referencia”, porque en los planos no viene de dónde a donde comienza la afinación del piano, y esa es una parte de la investigación que quiero hacer”.
Respecto al acervo instrumental, comentó que está integrado por dos pianos en tonos enteros; hay tres pianos en tercios de tono; uno en cuartos, uno en quintos y así sucesivamente, hasta llegar al piano en dieciseisavos de tono, cuyos sonidos, por decirlo de alguna manera, son muy pequeños, pero son audibles para el humano.
En varios de los pianos, añadió, las fracciones son muy pequeñas, pero son audibles y se capta incluso si está desafinado o no. “Es cuestión de acostumbrar el oído; por esa razón aunque han pasado varias décadas, es algo novedoso y la gente no lo ha asimilado”. “Yo siempre he pensado que para lo nuevo o aparentemente complicado, no hay una apertura para escucharlo, como sucede en este caso”, refirió el musicólogo.