El pasado 12 de marzo a mediodía, andando con un amigo por la zona rural cercana a San Miguel del Monte, en un zanjón seco y al lado de una alcantarilla, entre la vegetación alta había un nido de un pequeño pajarito con dos pichones. Mi amigo lo vio de casualidad al pasar y me llamó al encontrarlo. Les pude hacer varias fotos para poder testimoniar el hallazgo y registrar esas aves en tan temprana edad de su desarrollo; era de destacar que cada vez que me acercaba los pichones gritaban, en mi opinión demandando comida. En ningún momento pude divisar ejemplar adulto de cualquier especie en ese lugar.
Luego de tomar las imágenes seguimos camino para la ciudad y no los volví a ver ese día. Retorné al sitio dos días más tarde y los hallé muertos, es muy probable que murieran el mismo día que los vimos, pude observar sus cuerpos deshidratados y con larvas de moscas en su interior retorciéndose debajo de su piel. Es factible que por el estado del nido el día del hallazgo, algo inclinado y un poco endeble sus padres los hayan abandonado. Había sido construido entre los tallos de dos luceras (Pluchea sagittalis) a baja altura.
La especie de los pichones fue identificada por Martín de la Peña y son de corbatita común (Sporophila caerulescens)