¿Sabías que la piel es el órgano más grande del cuerpo humano?
"Ocupa aproximadamente 2 m², y su espesor varía entre los 0,5 mm (en los párpados) a los 4 mm (en el talón). Su peso aproximado es de 5 kg. Actúa como barrera protectora que aísla al organismo del medio que lo rodea, protegiéndolo y contribuyendo a mantener íntegras sus estructuras, al tiempo que actúa como sistema de comunicación con el entorno, y éste varía en cada especie."
Leyendo esta definición, y reflexionando sobre ella me pregunto cómo aún hay personas que no están concienciadas sobre protegerse de los efectos nocivos del Sol. Y simplemente aplicando una crema con protección solar. Impresionantes y terribles las noticias sobre el aumento del melanoma o cáncer de piel en estos últimos años, y la cifra incrementando.
Es nuestro deber inculcar este gesto diario sobre todo en época estival a los más pequeños. Ellos son (y serán) los principales afectados ya que pasan mucho tiempo en la piscina, mar, o realizando actividades y deportes al aire libre. Si protegemos su piel ahora, les evitaremos enfermedades cutáneas en edad adulta.
Y ya a nivel estético qué te voy a contar! Ya sabes los efectos que una sobreexposición solar tiene en tu piel: arrugas, manchas (y no vamos más allá). Además nuestra piel tiene memoria y no perdona: va "registrando" todas las agresiones recibidas durante la vida y son difíciles de reconducir.
Pautas imprescindibles para cuidar tu piel mientras disfrutas el verano (y el invierno):
- Por supuesto utiliza cremas con spf (factor de protección solar). Atentos a la nueva normativa sobre el etiquetado de las cremas de protección solar: clica aquí
- Evita tomar el sol durante las horas centrales del día (entre las 11 y las 16 horas).
- Protege tu rostro con gorras o sombreros: están muy de moda las pamelas. Recuerda que la piel de tu cara es la más propensa a mancharse y quemarse.
- Hidrátate bebiendo agua y zumos y come frutas y verduras que contengan antioxidantes para prevenir alteraciones de la piel o que te ayuden a estar radiante (tomate, zanahoria, espinaca, brócoli).
- Recuerda darte una ducha en cuanto salgas de la piscina: especialmente el cloro es terrible para tu piel.
- La exposición solar incrementa la producción de Radicales Libres (responsables del envejecimiento de nuestra piel), por lo que después de tomar el sol y darte una ducha o baño relajante, no olvides aplicarte una loción o crema apropiada para después de la exposición solar ("After Sun"). Suele ser el gran olvidado del verano, o lo solemos relacionar más con los niños, pero estamos equivocados: Es igual de importante que nuestra crema con SPF, y debemos elegir aquellos con activos que neutralicen la acción del sol en nuestra piel y sean reparadores, humectantes e hidratantes. Algunos de los activos que puedes encontrar en este tipo de lociones y que son más beneficiosos por ejemplo: vitamina A, vitamina C y vitamina E, coenzima Q10, flavonoides (té verde), silicio, ácido lipoico; activos reparadores, humectantes, hidratantes: ácidos grasos insaturados (aceite de oliva), fosfolípidos, esfingolípidos (ceramidas), fitosteroles, oligoelementos, colágeno, neuropéptidos y calcio. Ya sabes: a leer las etiquetas!
- Y por cierto: Esta información relacionada con el verano... También es válida en su mayor parte para el invierno sobre todo si practicas deportes en la Montaña o nieve (yo no desisto en aprender Snowboard y mis amigos me recuerdan en pleno Diciembre corriendo detrás de ellos con el bote de protección solar 🙂 ). De nuevo recordamos la importancia de cuidarse siempre, sea cual sea la época del año.
Y sobre todo disfruta! Es verano... 😉