Una manera para calmar el dolor de una hernia discal cervical es realizar ejercicios pilates, siempre y cuando la hernia discal no sea demasiado grave. Además no realices ningún ejercicio antes de consultárselo a tu médico.
Los ejercicios pilates de estiramiento del cuello (adaptados a la persona con hernia discal cervical) pueden ayudar a relajar los músculos y prevenir la rigidez. Es recomendable tonificar la musculatura del cuello y mejorar su movilidad, realizando ejercicios diarios de movilización.
Se trata de estirar los músculos tensos del cuello para aliviar la presión y aumentar el espacio en los respectivos agujeros para vasos sanguíneos y nervios.