Cualquiera diría que esto va a suceder en uno de esos pueblos que se disputan la sede del cementerio nuclear como si fueran los juegos olímpicos, y es muy posible que suceda, pero no tiene nada que ver con la energía nuclear aunque parezca uno de esos hongos que se forman cuando explota una bomba nuclear.
Son nada más y nada menos que nubes, Pileus (del latín copa), esto es, una nube pequeña, y horizontal que puede aparecer encima de una nube cúmulus o de una cumulonimbus, dando la apariencia de una gorra o copa. Se forman por corrientes ascendentes fuertes con aire húmedo de bajas altitudes, provocando que el aire se enfrie por debajo de su punto de rocío. Son usualmente indicadores de tiempo severo.
Otro Pileus, pero en este caso se trata de un paraguas conectado a internet, para que en esos días de lluvia tengamos el entretenimiento adecuado. Pileus tiene una gran pantalla en la superficie superior, una cámara integrada, un sensor de movimiento, GPS y una brújula digital. El prototipo actual tiene dos funciones principales: intercambio de fotos y mapa de navegación 3D. Esto por supuesto está en Tokio.