Estos días son muy duros para mi. El otro día nos dejó nuestro mejor amigo de la aldea. Era muy joven y ha sido un gran mazazo para todos. Y en estos días no tenía ni pizca de ganas de tocar el ordenador, pero como la vida sigue y como se dice “el espectáculo debe continuar”, esta tarde he cocinado estos riquísimos pimientos del piquillo en recuerdo de Litus que a buen seguro le hubiesen encantado. Y por supuesto para Piluchi, que lo está pasando realmente mal. Es un gran vacío que deja en la aldea. Y como todo lo que nos rodea allí es extraordinario he utilizado para esta receta un requesón de cabra que me regaló María, la quesera de Tondeluna que hace los quesos artesanalmente con la leche de sus cabras a mil metros de altitud.
Este es mi pequeño homenaje en recuerdo de Litus, y para Piluchi, que le envío toda la fuerza del mundo para remontar. Desde la distancia que nos separa, sé que te gustará esta receta y que ya la verás más adelante. Ya te la prepararé para ti. Tiempo al tiempo.
INGREDIENTES
-dos latas de pimientos del piquillo enteros, para rellenar (cada lata es de 150g. y vienen entre las dos latas 15 piquillos)
-un paquete de espinacas congeladas (450g.)
-un diente de ajo grande o dos medianos
-unos piñones
-una cucharada sopera de harina
-1/2 vaso de leche desnatada
-160g. de requesón de cabra
-1/2 cebolla
-un chorrito de vino blanco corriente
-aceite de oliva y sal
PREPARACIÓN
Lo primero cocemos las espinacas. Al ser congeladas las pondremos cuando hierva el agua. En una cazuela mediana ponemos tres dedos de agua y sal. Tapamos y cuando hierva ponemos los tacos de espinaca. Tapamos y cuando se deshagan las espinacas contamos cinco minutos y estarán cocidas.
Las pasamos al escurre verduras y las dejamos escurrir un poco. En una sartén mediana ponemos cuatro cucharadas de aceite de oliva al fuego mediano. cuando esté caliente ponemos el ajo picado y unos piñones.
Cuando empiecen a dorarse ponemos las espinacas escurridas. Dejamos rehogar unos minutos
Dejamos rehogar y cuando empiecen a la cucharada de harina.
Lo movemos bien para que se cocine la harina. A continuación echamos la leche y lo movemos bien todo para que ligue y quede una mezcla cremosa.
Ahora apartamos del fuego y ponemos el requesón en trozos.
Movemos bien todo el conjunto para que quede todo bien integrado. Queda una mezcla suave y cremosa.
Cogemos los piquillos y vamos rellenando con una cucharilla de postre colocándolos en una fuente para horno. Reservamos cuatro pimientos para hacer la salsa.
Ha sobrado un poco de mezcla que guardaremos para hacer una rica tortilla con dos huevos.
Ahora vamos a hacer una sencilla salsa.
En una sartén mediana ponemos tres cucharadas de aceite a calentar en el fuego mediano. Cuando esté caliente ponemos la cebolla cortada en juliana a rehogar.
Movemos de vez en cuando y cuando empiece a dorarse incorporamos los cuatro pimientos que teníamos reservados cortados en trocitos.
Rehogamos todo bien y ahora añadimos el caldo de las latas, un chorrito de vino blanco, un vaso no lleno de agua y sal. Dejamos todo cocer unos minutos a fuego moderado.
Pasados cinco o seis minutos ponemos la salsa en el vaso de la batidora y batimos bien. Ahora la pasamos por el chino para que quede una salsa fina.
Vertemos sobre la fuente de los pimientos rellenos y metemos al horno para que se caliente unos minutos.