Ahora que los pimientos están en todo su esplendor aprovecharemos los más bonitos para elaborar estos fáciles y bonitos pimientos rellenos de tortilla. Conocidos por muchos y nada conocidos para otros, aquí los dejo para degustación de todos. Es una bonita presentación para una merienda de invitados.
INGREDIENTES
-cuatro pimientos verdes que sean cortos y anchos
-tres patatas medianas
-una cebolla mediana
-tres huevos
-aceite de oliva y sal
PREPARACIÓN
Pelamos las patatas y la cebolla y las cortamos muy finitas. Las vamos echando a un bol amplio. Sazonamos con sal y movemos bien con las manos para que se mezcle muy bien la sal.
Ponemos aceite en una sartén amplia, como un dedo y medio o así, lo suficiente para que se fría todo bien, y lo ponemos a calentar en el fuego mediano. Cuando esté caliente las echamos con cuidado para que no nos salte el aceite y movemos bien. Dejamos que se vaya friendo.
Mientras, lavamos bien los pimientos y los quitamos la parte del rabo eliminando las pepitas del interior sacudiéndolos bien sobre el fregadero. Para rellenarlos es mejor que sean cortos y anchos porque los largos y estrechos se rellenan muy mal. Los reservamos limpios.
Cuando empiece a estar dorada y blandita la mezcla de patata y cebolla la vamos sacando a un colador grande que dejaremos apoyado en la aceitera con el fin de que escurra a tope todo el aceite. Es una buena idea y os aseguro que disminuye bastante el contenido de grasa.
En un bol amplio batimos bien los huevos e incorporamos la mezcla de patata y cebolla y movemos bien.
Dejamos reposar cinco minutos para que chupe un poco el huevo y la mezcla sea más densa. Así no chorreará el relleno cuando llenemos los pimientos. Una vez que haya reposado un poco la mezcla y que esté más espesa vamos rellenando los pimientos.
Ahora en esa misma sartén que habíamos utilizado quitamos la mitad del aceite, ya veis que no hace falta mucho para freírlos y la ponemos en el fuego mediano, y cuando esté caliente ponemos los pimientos a freír.
Tapamos con una tapadera antisalpicaduras pues los pimientos saltan bastante. Estos pimientos los moveremos a menudo con una tijereta larga para que se frían bien por todos lados y el relleno se cuaje sin que se pongan negros por fuera.
Cuando estén dorados los sacamos a una fuente. Los podemos presentar enteros o partidos en rodajas con un cuchillo bien afilado. Espero que os gusten.