Revista Ciencia
Este fin de semana fuimos de excursión al puerto de Canencia (altitud 1524 m.) en la sierra de Guadarrama, donde disfrutamos de un precioso paseo por un típico pinar mediterráneo de pino albar Pinus sylvestris var. ibérica (Svoboda). Estas formaciones vegetales dar lugar a un bosque nada sombrío con un característico olor a resina en donde toda esta luz hace que el sotobosque sea muy rico : enebros, acebos, zarzas, brezos, etc. Como no podía ser de otra manera en esta época del año nos encontramos con las curiosas hileras que forman las orugas de la procesionaria del pino Thaumetopoea pityocampa (Muller & Shiff., 1775) que durante la primavera se afanan en caminar unas detrás de otras, claro, tuvimos que explicarle a los niños que no se deben tocar para no sufrir una desagradable urticaria. Pero lo más sorprendente del día fue encontrarnos con unos gigantes poco habituales en la peníncula ibérica, aunque muy frecuentes en el oeste de Norteamérica donde son el árbol favorito de muchos leñadores: el abeto de Douglas o pino de Oregón, Pseudotsuga menziesii (Mirbel) Franco. Se habla de ejemplares que llegaron a medir 126 m. siendo considerados los árboles más altos y grandes del mundo junto con las sequoias. En 1930 cayó uno de 1020 años de edad, 119,8 m. de altura y 5,5 m. de diámetro que vivía en el estado de Washington. El nombre de la especie se debe a que fue descubierta en 1795 por el naturalista británico Archibald Menzies (1754-1842), mientras que el nombre común de abeto de Douglas de debe a que fue el botánico británico David Douglas (1799-1834) el que inició el cultivo en Europa con las primeras semillas que sembró en el castillo de Drumlanrig (Escocia) en 1827. Este botánico, prematuramente fallecido, también introdujo en Gran Bretaña el cultivo de otras especies forestales americanas como Pinus radiata (D.Don), Pinus ponderosa (Douglas ex C. Lawson), etc. Los ejemplares del puerto de Canencia lógicamente todavía no son muy altos, de hecho no destacan en altura de los pinos que los rodean ya que son más o menos de igual altura, en lo que si se diferencian de lejos es en la forma cónica y en el color de la corteza, claro.