Un saludo a todos. Hoy vamos a ver uno de los pinceles usados en muchos campos
dentro y fuera del mundo del arte, el pincel de abanico. Este tipo de pincel es
fundamental para los doradores, para colocar las láminas de pan de oro sobre las
superficies a dorar. También es conocido dentro del mundo del maquillaje, aunque a
nosotros lo que realmente nos interesa son sus aplicaciones en el campo de la pintura y el
dibujo.
Su uso más común es el de crear una transición uniforme entre dos colores. Como la
mayoría de los pinceles, se comercializa con diferentes grosores, longitudes y tipo de
pelo, dependiendo de los resultados estéticos que busquemos. Cuanto más largo sea el
pelo más efecto nebuloso creará, y cuanto más duro sea más enérgica se apreciará dicha
transición.
Con respecto a las técnicas, el pincel de abanico se suele usar con el óleo y el acrílico,
por tener buena consistencia y espesor. Para que su uso con el temple sea óptimo, éste
debe tener el suficiente cuerpo, y no es nada habitual en las acuarelas por su naturaleza
líquida. Dentro del campo del dibujo, es de gran utilidad en las técnicas secas para
difuminar el pastel o el carboncillo.
Otro uso menos ortodoxo, aunque igualmente lícito es el de aprovechar la forma del pincel
para representar hierba, césped y demás parafernalia vegetal paisajística. No es nuestro
uso preferido, pero no podíamos hablar del pincel de abanico sin mencionarlo.
Como veis, es uno de esos pinceles que tienen más utilidades de las que en principio
parece. Un pincel secundario que difumina los cambios cromáticos y que a su vez,
permite elegir la propia textura de transición. A partir de aquí, todos los recursos que una
mente creativa pueda llegar a imaginar.
Un saludo
Chema Senra
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www.chemasenrastudio.com
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