Con la llegada del buen tiempo, hemos salido este fin de semana en busca de una terracita donde poder comer bien. Conocíamos este restaurante por haber estado alguna vez de cañas por la zona, y aunque nos habían recomendado comer allí, nunca habíamos dado el paso.
Este restaurante lleva abierto sólo desde 2013 pero ya tiene 2 locales, situados en la plaza Valparaíso y la calle costa rica (El de Valparaíso no lo conocemos así que no podemos dar detalles).
El de Costa Rica, a continuación de Alberto Alcocer, tiene terraza. La verdad es que la terraza no es muy grande, no mucho más de 10 mesas, pero es bastante agradable y tranquila. Si no vais a comer, sólo a tomar un pincho o una cerveza, el local dispone de unas cuantas mesas altas afuera donde poder tomar una buena “gilda”, una cañita o un digestivo (gin-tonic).
Hablando de “gildas”, no os perdáis la oportunidad de probarlas, es una de las especialidades de la casa. Para aquellos que no sepan que son, aquí os las presentamos:
Gildas
Vamos al lío … ¿Qué comemos?
En la carta tenéis los típicos entrantes: jamón, cecina, rabas, quesos, tortilla de bacalao… según pudimos ver en las otras mesas, todo con muy buena pinta.
Tiene gran variedad de entrantes, aquí podéis echarle un vistazo a la carta en su página web.
Pasemos al plato principal: carnes, pescado y ensaladas. Nosotros tiramos por la carne, que aunque tiene un precio elevado, nos dejó muy satisfechos. Sólo con volver a ver las fotos se me hace la boca agua.
Como podéis apreciar en las fotos, el solomillo viene en una parilla individual donde podéis haceros la carne a vuestro gusto. No es la típica carne a la piedra, en la que se cocina desde cero. Aquí la pides a tu punto y te la hacen un poco menos, para que se vaya haciendo en la tabla y este siempre caliente ¡un aciertazo!.
El solomillo es bastante grande, por lo que nos costó pedir el postre pero viendo comentarios en internet no pudimos dejar de compartir la famosa tarta de queso. ¡Vaya tarta de queso! de las mejores que he probado. Intentamos saber cuál era el ingrediente secreto, porque tenía un cierto sabor a leche condensada, pero no supimos finalmente que era. Si sois de dulce, acercaros un día a tomar con un café y probarla, creo sin duda que me daréis la razón. Qué grata sorpresa :)