Revista Música
Syd Barrett grabó un par de discos como solista, y hasta se editó un completo Box-Set ("Crazy Diamond: The Complete Syd Barrett", 1993) que incluyó esos trabajos más todo lo que había disponible, a modo de rarezas...
Pero alcanza con "El Flautista en los Comienzos de la Alborada" ("The Piper at the Gates of Dawn", Pink Floyd 1967), para apreciar el talento que lo convirtió en un símbolo de la Psicodelia, desde el viaje lisérgico de "Astronomy Domine", hasta la sencillez de "Bike".
Al menos hasta que estuvieron demasiado ocupados peleándose entre ellos, sus ex-compañeros lo homenajearon en distintos temas y discos, pero nunca en forma tan explícita como en "Wish You Were Here"(1975), muy especialmente en la canción que abre (y cierra) ése disco: "Shine on you Crazy Diamond"...
Cuenta la leyenda que el propio Barrett estuvo de incógnito durante esas sesiones, y que David Gilmour fué el primero que lo reconoció. Que estaba gordo, rapado, con las cejas afeitadas, y tan "ido" como cuando tuvo que abandonar la banda... Y que Roger Waters se basó en ese "modelo" (aunque no gordo) para el personaje de la película "The Wall".
El mito de Barret empezó con su locura y no con su muerte, que de todas maneras llegó en el año 2006, después de una obsesiva reclusión, escondiéndose de empresarios discográficos dispuestos a pagarle una fortuna para que grabara lo que quisiera...
"Acordate cuando eras joven,
brillabas como el sol.
Seguí brillando, Diamante Loco...
Ahora hay una mirada en tus ojos,
como agujeros negros en el cielo.
Seguí brillando, Diamante Loco...
Te atraparon en el fuego cruzado
de la infancia y el estrellato,
soplado por la brisa de acero.
Vamos, sos el blanco de las risas lejanas,
vamos, sos el extraño, la leyenda, el mártir... ¡Brillá!
Descubriste el secreto demasiado pronto,
le lloraste a la luna.
Seguí brillando, Diamante Loco...
Atormentado por las sombras en la noche,
y expuesto a la luz.
Seguí brillando, Diamante Loco...
Ok, desperdiciaste tu bienvenida
con una aleatoria precisión,
montado sobre la brisa de acero.
Vamos, sos el delirante, el profeta de las visiones,
Vamos, sos el pintor, el flautista, el prisionero... ¡Brillá!
Nadie sabe donde estás,
si estás cerca o lejos...
Seguí brillando, Diamante Loco.
Apilando muchas más capas
ahí me uniré con vos.
Seguí brillando, Diamante Loco...
Tomaremos sol a la sombra de viejos éxitos,
y navegaremos en la brisa de acero.
Vení, pequeño.
El ganador y el perdedor.Vení, minero de la verdad y de la desilusión...
¡Seguí brillando!"
("Shine On You Crazy Diamond" de Roger Waters, y música por Waters, David Gilmour y Rick Wright.)
Pero alcanza con "El Flautista en los Comienzos de la Alborada" ("The Piper at the Gates of Dawn", Pink Floyd 1967), para apreciar el talento que lo convirtió en un símbolo de la Psicodelia, desde el viaje lisérgico de "Astronomy Domine", hasta la sencillez de "Bike".
Al menos hasta que estuvieron demasiado ocupados peleándose entre ellos, sus ex-compañeros lo homenajearon en distintos temas y discos, pero nunca en forma tan explícita como en "Wish You Were Here"(1975), muy especialmente en la canción que abre (y cierra) ése disco: "Shine on you Crazy Diamond"...
Cuenta la leyenda que el propio Barrett estuvo de incógnito durante esas sesiones, y que David Gilmour fué el primero que lo reconoció. Que estaba gordo, rapado, con las cejas afeitadas, y tan "ido" como cuando tuvo que abandonar la banda... Y que Roger Waters se basó en ese "modelo" (aunque no gordo) para el personaje de la película "The Wall".
El mito de Barret empezó con su locura y no con su muerte, que de todas maneras llegó en el año 2006, después de una obsesiva reclusión, escondiéndose de empresarios discográficos dispuestos a pagarle una fortuna para que grabara lo que quisiera...
"Acordate cuando eras joven,
brillabas como el sol.
Seguí brillando, Diamante Loco...
Ahora hay una mirada en tus ojos,
como agujeros negros en el cielo.
Seguí brillando, Diamante Loco...
Te atraparon en el fuego cruzado
de la infancia y el estrellato,
soplado por la brisa de acero.
Vamos, sos el blanco de las risas lejanas,
vamos, sos el extraño, la leyenda, el mártir... ¡Brillá!
Descubriste el secreto demasiado pronto,
le lloraste a la luna.
Seguí brillando, Diamante Loco...
Atormentado por las sombras en la noche,
y expuesto a la luz.
Seguí brillando, Diamante Loco...
Ok, desperdiciaste tu bienvenida
con una aleatoria precisión,
montado sobre la brisa de acero.
Vamos, sos el delirante, el profeta de las visiones,
Vamos, sos el pintor, el flautista, el prisionero... ¡Brillá!
Nadie sabe donde estás,
si estás cerca o lejos...
Seguí brillando, Diamante Loco.
Apilando muchas más capas
ahí me uniré con vos.
Seguí brillando, Diamante Loco...
Tomaremos sol a la sombra de viejos éxitos,
y navegaremos en la brisa de acero.
Vení, pequeño.
El ganador y el perdedor.Vení, minero de la verdad y de la desilusión...
¡Seguí brillando!"
("Shine On You Crazy Diamond" de Roger Waters, y música por Waters, David Gilmour y Rick Wright.)