Ultimamente me tienta la posibilidad de dejar de bocetar los cuadros y atacarlos sin nada en mente. Dejar que las imágenes surjan, se solapen, me sorprendan, asumir los errores como parte del proceso y no ocultarlos. La imagen que ilustra la entrada surge en un papel que me sirve para probar colores, dibujar mientras hablo por teléfono...
Revista Arte
Ultimamente me tienta la posibilidad de dejar de bocetar los cuadros y atacarlos sin nada en mente. Dejar que las imágenes surjan, se solapen, me sorprendan, asumir los errores como parte del proceso y no ocultarlos. La imagen que ilustra la entrada surge en un papel que me sirve para probar colores, dibujar mientras hablo por teléfono...
