Pese a todas las desventajas luego de tanto caminar y seguirlo se posó bastante mas abajo y pude obtener lo que buscaba; luego en la comodidad de mi casa revisando libros y comparando con otras imágenes en la web se aclararon las dudas. Igualmente produce algo de satisfacción por el hecho de que es una especie de tiránido que no se observa todos los días y a pesar de las tremendas modificaciones del paisaje costero de la Ciudad de Posadas todavía se lo encuentra en algunos sectores.
Forrajeando en la corteza de las ramas.
Dos horas transcurrieron entre la primera y la última foto que les saqué al piojito esa mañana, esta fue la primera foto obtenida.