La última parada en nuestra ruta por Eslovenia,antes de dirigirnos a Trieste, fue la maravillosa ciudad de Piran. La ciudad se encuentra en la costa, y en su edificación se puede observar claramente la influencia veneciana, ya que durante 500 años Venecia gobernó esta ciudad. Sus calles estrechas y empinadas te invitan a que las conozcas y te pierdas en su laberíntico trazado.
Vista sobre los tejados
Desde las murallas
Si llegas a la ciudad en coche, hay que saber que la ciudad esta cerrada al tráfico y solo pueden entrar los residentes. Te obligan a aparcar en un parking en la entrada que es bastante caro, nosotros tuvimos suerte y aparcamos fuera de este y después bajamos hasta el centro a pie, también hay autobuses. Solo te llevará llegar hasta la plaza central unos veinte minutos andando, eso sí, a la vuelta recuerda que es subida. Mientras bajas no desaproveches la ocasión de observar la vista que te ofrecen los tejados, que a mí, me recuerdan mucho a los de Lisboa.
Callejuela de Piran
Cuando llegues abajo lo primero que te encontrarás será la Plaza Tartini, que es el lugar principal de reunión de los habitantes de la ciudad, rodeada de edificios al más puro estilo veneciano. Si nos ponemos de espaldas al mar tendremos una de las mejores vistas de Piran, con todas esas fachadas de distintos colores mirándonos. Desde este punto puedes dirigirte a internarte más en las estrechas calles o ir hacia el paseo que hay junto al mar.
Edificio Beneske Hisa
Piazza Tartini
Vista de la Torre de la Catedral
Todo el paseo marítimo esta lleno de restaurante y tiendas con recuerdos de la ciudad, esta parte es quizás la más turística. Si eres de los valientes, puedes darte un bañito, bajando por alguna de las escaleras que tienen instaladas para entrar en el mar, ya que no hay playa de arena.
De las cosas que siempre hacemos cuando viajamos a otra ciudad, sobre todo a otro país, es probar y conocer platos nuevos y sus cervezas. Como buen pueblo costero las base principal de los platos de Piran son los pescados y mariscos. Nos decantamos por unos mejillones (que estaban muy buenos aunque algo pesado para la noche), la verdad es que no me acuerdo como se llamaba el plato, pero estan hechos en salsa y las conchas están cerradas por lo que el mejillón se cuece en el interior en su propia esencia. Es algo complicado cogerle el truco de como abrirlo al principio, pero para eso está el comodín del camarero, úsalo.
Paseo Marítimo
Si sigues la línea de la costa te encontrarás con varias iglesias, el faro y el puerto de Piran. Bajo mi opinión esta ciudad nos ha ofrecido una de las más hermosas puestas de sol.
Primera línea para ver el atardecer
La costa esloven solo mide 47 kilómetros, lo que la hace ideal para recorrerla en coche y seguir con la ruta hacia la costa croata o la costa italiana. Sin duda es una muy buena elección.
En fin, ya sabéis... viajar... ¿Será por lugares?
Un saludo