¿Puede la cerveza volver a convertirse otra vez en cerveza una vez que nos la hemos bebido y la hemos transformado en pis? Esa es la pregunta que se hicieron en Norrebro Bryghus, una cervecera artesanal de Copenhague que tuvo una peculiar idea: el "beercycling" o lo que es lo mismo, un sistema de reciclado de cerveza.
Tranqui, que no se pusieron a filtrar la orina humana para meterla en la cerveza. La cosa es un poco menos asquerosa. Simplemente la utilizan como fertilizante para los campos de cebada malteada, el principal ingrediente de esta bebida.
¿Y de dónde sacaron el pis? Pues instalaron unos baños especiales en un festival de música, lugar donde la cerveza es la principal bebida que consume la gente. Gracias a un cartel gigante, toda la gente que los utilizaba sabía que estaba contribuyendo a este peculiar proceso de reciclaje de cerveza. Llegaron a recoger 50.000 litros.
El resultado es Pisner, una cerveza que debe su nombre justo a la orina (en Dinamarca también la llaman "pis" como en España) y también hace un guiño a la denominación pilsner, un tipo de cerveza. Todo el que consuma esta cerveza (que, por cierto, no se sabe todavía dónde se distribuirá) conocerá su origen gracias a la etiqueta, que cuenta el proceso del "beercycling" al que ha sido sometida.