Sin importar el clima o las tradiciones locales, está claro que el estilo nórdico escandinavo ha llegado a todos los lugares del mundo para quedarse. La neutralidad de colores, luminosidad, mobiliario ligero y simpleza (que no aburrido) hacen que sea un estilo fácil de incorporar en cualquier hogar del mundo sea cual sea la tendencia o tradición local. En este piso polaco encaja a la perfección. A pesar de tener una planta complicada en el espacio que ocupan las zonas comunes, con muchos ángulos, la ligereza y simplicidad de los muebles, el suelo de madera clara y los tonos naturales hacen de él un espacio atractivo que invita a relajarse. Preciosa la pequeña cocina abierta toda de madera natural con revestimiento de baldosas blancas metro en la pared. Llama también la atención la hilera de lámparas, muy minimalistas hechas con una sencilla bombilla. ¡Feliz lunes!
Vía: yossawat