Pero lo que tiene de peculiar, es que aunque la receta básicamente sea la misma, ningún pisto sabe igual. Cada persona le pone su toque especial, yo nunca he probado dos pistos iguales!!
Es muy sencillo de hacer, y además es una manera maravillosa y sabrosa de comer verduras.
- 1 Patata mediana (o dos pequeñas)
- 1 Cebolla grande
- 1 Calabacín
- 1 o 2 Pimientos verdes
- 1 Pimiento rojo no muy grande (opcional)
- 1 Berenjena
- 1 Lata de tomate pelado y troceado (opcional)
- 1 Brick de tomate frito (o dos si no tenemos la lata de tomate troceado)
- 3 o 4 cucharadas de Aceite de Oliva.
- Sal.
* Es importante seguir el orden de los ingredientes, porque cada uno tiene su propio tiempo de cocinar, y si no lo hacemos así algunos pueden quedarse crudos o quemarse.
* Con estas cantidades, sale mucho pisto. Si sobra se puede congelar, y para calentarlo le echamos un poquito más de tomate frito, para que esté jugoso.
1. Pelamos la patata en cuadraditos, y la echamos a la sartén con el aceite, a fuego medio.
Mientras se están haciendo las patatas, cortamos la cebolla y la echamos. Mezclamos bien.
2. Ahora cortamos el calabacín y se mezcla. Después los pimientos y movemos bien.
Bajamos un poco el fuego. Mientras se va haciendo cortamos la berenjena, que se echa la última. Echamos la sal, al gusto
3. Cuando veamos que todos los ingredientes están cocinados, añadimos la lata de tomate troceado, y dejamos un 20 minutos, moviendo de vez en cuando para que no se queme. (si no echamos la lata pues echamos el tomate frito, y si al final vemos que está espeso el pisto, añadimos más)
Pasado los 20 minutos, echamos el tomate frito, un par de minutos mezclando bien, ¡y listo!
¡¡Este pisto no sería lo que es sin un buen huevo frito encima!!