Yo todos los veranos me propongo seguir con el ritmo normal en el blog por que en agosto siempre me toca trabajar y una entrada a la semana no es tanto... Pero es llegar este mes y parece que el tiempo se ralentiza y con él mis ganas de hacer cualquier cosa. Me da más pereza sentarme delante del ordenador, pensar en preparar alguna receta y ¡cocinarla ya ni te cuento! Eso es lo que más cuesta, con lo que odio el calor me pasaría el mes a base de gazpacho, ensaladas y cualquier cosa fría jaja.
Pero menos mal que tengo a mi cocinillas y sé como enredarle en la cocina para que varíe un poquito el menú jeje. ¿Y cómo conseguí que me preparara este delicioso pisto? Pues se me ocurrió comprar una cesta con verduras ecológicas, necesitaba otra vez volver a comer verduras de verdad. Pero claro, 7 kg, de verduras y frutas para consumir en menos de una semana y con un viaje a punto de comenzar, no podíamos dejar que se pusieran malas... Ingeniosa ¿verdad? jaja. El cocinillas ha acabado más que harto de cortar las verduras, pero luego ha merecido la pena.
Lo mejor de este plato es que puedes prepararlo prácticamente con cualquier verdura que tengas en la nevera. La base suele ser tomate, calabacín, cebolla, ajo y pimiento, pero siempre puedes adaptarlo a tu gusto o a la verdura de temporada. Además, puedes comerlo tanto caliente como frío, según te guste o apetezca en ese momento. El típico pisto manchego va acompañado de un huevo frito, pero puedes usarlo como guarnición para un montón de platos o comértelo tal cual como plato único. En todos los casos, recomendamos acompañarlo con un buen trozo de pan ;).
Ingredientes (para 3 - 4 personas)
- 2 calabacines
- 1 berenjena mediana
- 2 pimientos verdes italianos
- 1 pimiento rojo pequeño
- 4 tomates
- 270 gr. de tomate triturado (puedes sustituir el tomate triturado por más tomates enteros)
- 1 cebolla dulce
- 3 ajos
- 1 huevo por persona (opcional)
- Aceite de oliva
- Sal, pimienta y perejil
Lava bien y corta a dados, tiras, rodajas o como más te guste todas las verduras. Eso sí, procura que no sean trozos muy grandes y que todas tengan un tamaño similar.
En una sartén o cazuela de barro vierte un buen chorro de aceite y, cuando esté caliente, añade la cebolla y los ajos. Deja que se pochen a fuego medio.
Cuando la cebolla esté blanda añade los pimientos, una pizca de sal y remueve. Deja que se hagan, removiendo de vez en cuando. Repetiremos estos mismos pasos con el resto de verduras, así que procura añadir poquita sal cada vez.
Espera a que el pimiento se ablande para añadir la berenjena y, de nuevo, añade una pizca de sal y remueve.
Ahora es el turno del calabacín. No te olvides de añadirle una pizca de sal y remover.
Por último, añade los tomates troceados, remueve y añade el tomate triturado.
Deja que se cueza entre 10-15 minutos, removiendo de vez en cuando. Añade pimienta, rectifica de sal y de acidez añadiendo un poco de azúcar si hiciera falta.
Antes de servir puedes añadir un poco de perejil.